Nuestro vino es agrio, pero...

Nuestro vino es agrio, pero…

Nuestro vino es agrio, pero…

Hugo López Morrobel

“Palos si boga y palos si no boga”, una expresión popular que se le atribuye a la fábula de Esopo en “El Molinero, El Hijo y El Asno”, donde explica un escenario en el cual no importa cómo hagas o resuelva una situación, porque esta siempre será considerada equivocada.

Esopo fue un esclavo en el antiguo Egipto, cuyo origen está en discusión, pero sí es cierto, que logró su libertad porque Xanto, su dueño, estaba convencido de que poseía una habilidad extraordinaria para escribir invenciones.

Eso puede ser el mejor ejemplo de lo que sucede en muchos ámbitos de la vida nacional, donde la invención, la falsedad y las historias inverosímiles abundan como los plásticos y la contaminación en nuestros ríos y playas.

Creo que en la ficción y la habladuría se han estado escudando los críticos del trabajo que vienen realizando los árbitros en el torneo de béisbol, ya en su etapa final.

Si bien es cierto que los árbitros nuestros deben mejorar, no es menos cierto que se ha estado haciendo todo el esfuerzo humanamente posible, para que mejoren en todo sentido, y la realidad es que lo han logrado.

Como humano, el conjunto de umpires ha tenido sus altas y bajas, siendo el mejor testigo, el por ciento de equívocos registrados cuando se analizan las jugadas mediante vídeos.
En nuestro medio se ha venido propugnando con insistencia por el orgullo a todo lo nacional, pero eso es una pose de conveniencia.

Aquí hay que aplicar entonces la frase del patriota cubano José Martí :Nuestro vino es agrio, pero es nuestro vino”, y estoy seguro que si no le perfeccionamos la calidad de “las uvas y las barricas”, lamentablemente, siempre el vino y hasta los propios árbitros seguirán siendo agrios y amargos.



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