Una radiografía, que descartó fractura en la mano derecha de Nolan Arenado, le puso fin al susto del tercera base de los Cardenales de San Luis y le devolvió este lunes la calma a la selección de Estados Unidos, que vela sus armas para la final del V Clásico Mundial de Béisbol, este martes en Miami.
Arenado, que cumplirá 32 años el 16 de abril, dejó el diamante del LoanDepot Park, de Miami, la noche de este domingo en la parte baja de la quinta entrada del juego de semifinales en el que el Team USA aplastó por 14-2 a Cuba. Arenado recibió un pelotazo en la mano del lanzador Elián Leyva.
El mánager Mark DeRosa prefirió preservar al siete veces ‘All-Star’, como quiera que los suyos se imponían entonces por 6-2, y enviar como corredor emergente a Bobby Witt. “Nolan está bien”, le declaró DeRosa a periodistas tras el juego que puso a los actuales campeones del Clásico Mundial en su segunda final seguida.
El incidente se produjo una noche después de que José ‘Astroboy’ Altuve abandonara el mismo terreno del LoanDepot Park en pleno juego de cuartos de final del Clásico Mundial que el equipo de las Barras y las Estrellas le ganó a Venezuela para llegar a las semifinales.
El segunda base de los Astros de Houston no tuvo la misma suerte de Arenado, pues una radiografía confirmó una fractura en el pulgar derecho que le obligará a pasar por el quirófano.
Cinco días atrás, el cerrador de los Mets de Nueva York, Edwin Díaz, se rompió el tendón rotuliano de la rodilla derecha cuando celebraba con sus compañeros de la selección de Puerto Rico el pase a los cuartos de final del torneo con una victoria sobre República Dominicana por 5-2.
Díaz debió abandonar el campo en una silla de ruedas y por la gravedad de la lesión el boricua se perderá la temporada 2023 de Grandes Ligas, que comienza el 30 de marzo.