Andrés Manuel López Obrador convirtió un movimiento social en partido político sobre la base de tres principios, que parecen simples, pero que sacan del juego a mucha gente.
No robar, no mentir, no traicionar.
En otras palabras, es una manera muy simple de exigir que actúe como una persona honorable.
Y es que quien miente o traiciona en pro de sus objetivos no está en condiciones de conducir a nadie y de seguro terminará en el mismo hoyo que quienes roban, porque en resumidas cuentas, quien roba, quien miente o quien traiciona simplemente es una persona deshonesta.
Callar cuando se conoce una verdad que su no divulgación afecta a otros es también un acto de deshonestidad.
Así es que cuando usted escuche o vea uno de esos pontífices de los que tanto abundan por ahí hágale el examen de los principios de no robar, no mentir y no traicionar.
Verá como su altar quedará con pocos inquilinos.