- Publicidad -

- Publicidad -

No maten a los periodistas…un grito de alarma, dolor e impotencia

Emiliano Reyes
📷 Emiliano Reyes Espejo.

Era una exclamación de alarma, de dolor e impotencia que retumbó en el vetusto, pero elegante salón del Kremlin ante el propio presidente de Rusia, Vladimir Putin, el cual escuchó ceremonioso, atento, en medio del silencio predominante, el contenido de la tétrica exposición del director general de la agencia de noticias TASS, Mikhail Solomonovich, un conocido amigo del mandatario ruso.

La escena transcurre en un tradicional encuentro del Presidente Putin con directores de agencias de noticias internacionales de diferentes países. Los presentes hicieron todo tipo de preguntas de interés local y mundial.

Pero Solomonovich, sentado justo al lado de Putin, soltó un estremecedor llamado. “Ni siquiera es una pregunta”, dijo. Y agregó: “Es un grito de alarma, nuestro dolor, le diré en qué consiste, si no contamos a la profesión de militares, resulta que la profesión de periodista en los últimos años se ha vuelto casi la más peligrosa”.

Todos los presentes, incluyendo a Putin, escucharon con respetuoso silencio la exposición de Solomonovich: “A nuestros colegas los eliminan en zonas de conflictos en todo el mundo. Hemos perdido, los rusos, los periodistas rusos hemos perdido a varios colegas, ese es nuestro dolor, nuestro duelo. Colegas, en realidad esto afecta a los periodistas de todo el mundo y este es un dolor compartido”.

Acto seguido, Solomonovich preguntó a Putin qué podría o debería hacer él ante organizaciones internacionales, las Naciones Unidas, la UNESCO, para ayudar a frenar la situación, -“Recuerdan aquella frase –dijo- “no disparen al pianista”. “Esto es lo mejor que se puede hacer”, adujo el veterano comunicador: “No se puede disparar contra los periodistas, son personas honestas que sin armas cumplen con su deber profesional y lo hacen con honor”. “¿Qué esfuerzos deberían hacerse para que no maten a los periodistas?”, preguntó.

Solomonovich deplora que “solo en el último año la cantidad de periodistas asesinados aumentó en un 10% y este año, apenas ha pasado medio año y esa cifra es mayor que la del año pasado”.

Putin consideró que difícilmente pueda dar una respuesta completa al panorama presentado por el director de la agencia TASS. “Me la pusiste difícil”, hubiera dicho aquí Germán Gualey un personaje de un barrio de nuestro Gran Santo Domingo. –“Lamentablemente, cuando hay enfrentamientos armados, probablemente las pérdidas entre los periodistas sean inevitables”, expresó el líder ruso.

Entiende que se trata de un problema que depende del nivel cultural y de actitud hacia una cuestión de carácter humanitario.

“Es una pregunta a la que difícilmente podré dar una respuesta completa, pero eso depende de las partes en conflicto, por extraño que parezca, todo depende de su nivel cultural general, de su actitud hacia cuestiones de carácter humanitario”, subrayó Putin. Y agregó: “Pero lamentablemente, cuando hay enfrentamientos armados, probablemente las pérdidas entre los periodistas sean inevitables”.

“Si una persona resulta herida, mutilada o pierde la vida, pero si esto se hace de manera intencionada…esto es un crimen y aquí, sin ninguna duda, tal vez todos nosotros juntos debamos reflexionar sobre cómo debería reaccionar la comunidad internacional ante esto”.

Putin lamentó que ni siquiera “la solidaridad periodística tampoco funciona” en estos momentos. Llamó a reflexionar sobre la situación y a acudir, a tomar decisiones a nivel de la misma Naciones Unidas para afrontar la situación, a la vez que extendió sus palabras de pesar y condolencias a todas las familias de los periodistas asesinados en los frentes de conflictos.

Estadísticas escabrosas

Es alarmante la cantidad de periodistas que mueren o son asesinados en zonas de conflicto, cumpliendo con su deber profesional. Este trágico hecho es motivo de preocupación en diferentes organizaciones y organismos internacionales como la UNESCO, las Naciones Unidas, Federación Internacional de Periodistas (FIP), Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP) y Periodistas sin Fronteras, entre otros.

La propia UNESCO informó que “al menos 68 periodistas y trabajadores de medios de comunicación han sido asesinados en cumplimiento de su deber en lo que va de 2024”.

-“De los 42 asesinatos de periodistas en países en conflicto, 18 tuvieron lugar en Palestina, 4 en Ucrania y Colombia, 3 en Irak, Líbano, Myanmar y Sudán y 1 en Siria, Chad, Somalia y la República Democrática del Congo”, advirtió Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO.

Azoulay sostuvo que “se trata de la continuación de una tendencia alarmante establecida en 2023; en conjunto, más periodistas han muerto en conflicto en los últimos dos años que cualquier otro año desde 2016/2017”. En tanto, el periodista de CNN Mundo, Lucas Lilieholm, resalta en un título de un análisis que publicó en febrero de este año 2025, que el 2024 fue el año “más mortífero para periodistas en más de tres décadas”. Sostiene que “casi el 70% fueron asesinados por Israel”, según un informe que utilizó para basar su señalamiento.

Igualmente, a la pregunta a la Inteligencia Artificial sobre ¿Qué país mata más periodistas? la IA respondió también que: “Al menos 124 periodistas y trabajadores de medios fueron asesinados en 2024, la cifra más alta registrada desde que el CPJ comenzó a recopilar datos hace tres décadas. Casi el 70% de esas muertes fueron a manos del ejército israelí en Gaza y el Líbano, según el informe, con 82 periodistas palestinos asesinados en Gaza”.

“La guerra en Gaza –apunta la directora ejecutiva de un comité de investigación sobre estos casos, Jodie Ginsberg-, no tiene precedentes en su impacto sobre los periodistas y demuestra un importante deterioro de las normas globales sobre la protección de los periodistas en zonas de conflicto, pero está lejos de ser el único lugar donde los periodistas están en peligro”.

Dijo que “después de Gaza y Líbano, el informe identificó a Sudán y Pakistán como los lugares más mortíferos para los periodistas, con seis trabajadores de medios asesinados cada uno el año pasado. México, Siria, Myanmar, Irak y Haití también sufrieron múltiples asesinatos de periodistas en 2024”.

Estos hechos horripilantes han llamado la atención y han dado lugar a reflexiones de líderes mundiales, entre ellos de presidentes de gobiernos de países que libran guerras en estos momentos, como fue el caso del presidente de Rusia, Vladimir Putin.

Las muertes de periodistas en México y Colombia de manos del execrable narcotráfico y de las diatribas políticas es motivo también de preocupación en América Latina y el Caribe.

Caso dominicano

Ocurre, sin embargo, que muchos periodistas mueren, no necesariamente en zonas de conflictos, como es el caso de República Dominicana, un país donde gracias a Dios se ha preservado la paz en las últimas décadas.

No obstante, aquí muchos colegas dominicanos han muerto y están muriendo mayormente por atrofias del sistema, enfrentan las desidias e indiferencias, tan mortales como un balazo en el corazón en el frente de guerra. Podría decirse en un buen dominicano, que es como si a los periodistas de aquí les han echado una brujería, un “guanguá”, “un tente quieto ahí”, como se dice en el Sur.

Hace tiempo se realizó un estudio en América Latina que determinó que entre los periodistas de la región predominaban enfermedades que pueden ser superadas si son tratadas a tiempo: problemas renales, diabetes, cardíacos, estrés, alcoholismo, etc.

Pero ¿qué hacen las empresas periodísticas nuestras, el Estado dominicano y los propios gremios del sector para coadyuvar a la solución de estos problemas? No me aventuro a dar respuestas a esta interrogante so pena de pecar de parcialidad.

Muchos de los colegas que vieron con tiempo este horizonte optaron por la emigración, a veces hasta en contra de su voluntad. No olfatearon ninguna posibilidad de desarrollo en sus entornos. En razón de que sus empresas e instituciones del Estado, ni los gremios periodísticos les ofrecían nada.

Abinader y CDP

Ahora tenemos periodistas que languidecen, que rumian sus retiros en un silencioso orgullo profesional, enfermos algunos y sin ningún tipo de protección solidaria, pero que la jactancia le impide gritar, desahogarse, decir a todo pulmón, “eché mi vida en esto y total, quién valora mis aportes a la sociedad”.

Así como el presidente Putin y el director de la agencia de noticias TASS, Solomonovich, llama a reflexionar sobre la situación de los periodistas que caen en los frentes de guerra, esperamos que el presidente Luis Abinader y los dirigentes del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) también hagan lo propio, que aúnen esfuerzos para asistir a muchos colegas que se extinguen en sus silenciosos retiros.

En tal sentido, sugerimos al Presidente Abinader y los directivos del CDP a que unan voluntades y se aboquen a realizar un estudio científico sobre la realidad del periodista dominicano y sus aportes a la sociedad, y que, en base a esa investigación, que sea realizada por sociólogos, economistas y antropólogos, se determine los niveles de compensación que necesita el sector, incluyendo la pensión que otorga el Estado para estos casos.

Porque es duro ver cómo se nos están yendo muchos colegas abrumados ante la indefensión y de frente a una sociedad a la que sirvió sin titubeos para fortalecer su democracia.
No maten a los periodistas. Esto es un grito de alarma, de dolor.

*El autor es periodista.

Etiquetas

Artículos Relacionados