Muy temprano de ayer se había anunciado que Abel Martínez, presidente de la Cámara de Diputados, iba a informar sobre algo importante.
La curiosidad se despertó entre los periodistas asignados al Congreso Nacional por las expectativas que fueron creadas en torno al anuncio.
Hubo que esperar la sesión de la Cámara de Diputados para que el país se enterara sobre la eliminación del tan criticado “cofrecito”, que no es más que 50 mil pesitos que los legisladores cobraban cada mes para programas sociales.
Sin embargo, la medida no fue de mucho agrado entre diputados que no se atrevían a refutar lo anunciado por Martínez Durán, muchos de los cuales resolvían problemas de mucha gente en sus demarcaciones.
Otros congresistas expresaron que apoyarán la disposición para evitar las críticas que habían recibido por la asignación de esos “chelitos”, que implicaban nada más y nada menos que 100 millones de pesos al año.
¿Y el barrilito?
Así se conoce el dinerito que reciben cada mes los senadores, con el mismo propósito de desarrollar programas sociales en sus provincias.
Al igual que los diputados, los senadores han sido fuertemente criticados por el uso de esos recursos. ¿Qué pasará con el barrilito? Mucha gente espera que corra la misma suerte que el “cofrecito” y que ese alto monto que se carga al presupuesto del Senado sea destinado a áreas vitales que ahora demandan mayor asignación en las partidas para 2015.
Y entonces…
Corrió el rumor que había consenso para asignar más fondos para algunas instituciones, como la Junta Central Electoral y el Poder Judicial, que han palnteado la necesidad de mayores fondos para cumplir con sus tareas durante el próximo, pero resulta ahora que no es cierto ese consenso. ¿Y?