Previo a la misa en conmemoración del cuarto mes de la tragedia, el padre Rogelio Cruz se pronunció con firmeza y sentimiento.
Santo Domingo.– Han pasado cuatro meses desde la fatídica madrugada del 8 de abril, cuando el techo de la discotecaJet Set colapsódurante una fiesta multitudinaria, dejando 236 muertos y más de 180 heridos.
Aquel día, una celebración se convirtió en tragedia nacional. Hoy, el dolor sigue vivo y la indignación también.
“La decisión que tomó la justicia dominicana no corresponde a la magnitud de lo que aquí sucedió. Nos engañaron diciendo que eran 130 víctimas y lo congelaron ahí, pero fueron muchos más”.
Para el padre Rogelio, la justicia ha fallado. “La justicia es como la serpiente: solo muerde a los descalzos. Esta gente tiene botas grandes y bolsillos llenos. Si esto le hubiese pasado a un infeliz, ya estaría preso en La Victoria”.
Además de denunciar lo que considera una falta de responsabilidad por parte del sistema judicial, el sacerdote también presentó una petición concreta: que el lugar de la tragedia sea declarado de utilidad pública y convertido en un mausoleo digno, donde familiares y ciudadanos puedan rendir homenaje a las víctimas.
“Esto no puede quedar abandonado. Este espacio debe ser un símbolo de memoria, donde los dominicanos y dominicanas podamos identificarnos eternamente con la magnitud de este suceso”, afirmó.
Ya se han entregado cartas al Poder Ejecutivo, al Ayuntamiento y a otras instituciones solicitando que el terreno se convierta en un lugar de recogimiento y recuerdo.
Mientras tanto, el clamor por justicia no cesa. Para el padre Rogelio Cruz, esta tragedia no debe caer en el olvido ni en la impunidad.
“Aquí estaremos cada mes, hasta que la justicia deje de ser ciega y empiece a mirar también a los poderosos”.