Un niño de 10 años, originario de la provincia china de Chongqing, fingió su propio secuestro por no haber realizado sus tareas escolares.
El pequeño aseguró que un hombre y una mujer lo asaltaron en la calle y lo metieron en una furgoneta cuando iba camino de la escuela.
El menor acabó confesando que se había inventado todo.