SANTO DOMINGO.– El economista Haivanjoe NG Cortiña estimó que el presidente Luis Abinader no debe tratar como un tema de campaña, la protección de los productores de arroz frente al DR-CAFTA porque este tratado se sustenta en el derecho económico internacional, normado por los principios que rigen el comercio mundial.
El también miembro de la Dirección Política de partido Fuerza del Pueblo explicó que las fricciones en torno al DR.CAFTA no se pueden tratar de forma unilateral, si está de por medio la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Lo que implica, que dado que el DR-CAFTA es un acuerdo multilateral, con elementos bilaterales entre este país, y USA; todas las particularidades se deben abordar considerando las reglas, y no con poses populistas, por razones de campaña política”, subrayó el ex Contralor General de la República.
Agregó que el caso del arroz la República Dominicana puede acudir a la Ley 489-08 sobre Arbitraje Comercial, como método de resolución en el Tratados de Libre Comercio (TLC), porque se trata de reglas, derechos y obligaciones que las partes deben cumplir.
NG advirtió que plantear el caso en forma unilateral puede ocasionar más mal que bien a la economía dominicana; a los productores y consumidores, porque Estados Unidos es el principal socio comercial y aliado del país; además de eje fundamental en el DR-CAFTA.
“Recomiendo al Presidente Abinader acudir a la resolución del conflicto por las vías habilitadas, porque de lo contrario, las consecuencias económicas y reputación serían mayores que presentarse como simple defensores de los productores de arroz, especialmente, cuando el país no se preparó para algo que era contractual”, significó el economista y político.
Agregó que las consecuencias pueden afectar el comercio dominicano con los Estados Unidos, y el volumen comercial supera los US$19,000 millones, de los cuales, el país exporta cerca de US$7,000 millones, “es decir, es posible que la sal salga más cara que el chivo”.
El también ex Superintendente de Banco significó que en adición, Estados Unidos puede desincentivar la inversión extranjera desde su economía; obstaculizar el flujo turístico y hasta las remesas.