Santo Domingo.-El periodista Nelson Marte, exjefe de prensa del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), informó que hoy pasa a trabajar en la campaña presidencial de Luis Abinader,candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Marte dijo que tomó la decisión “por considerar que Abinader encarna el imperativo de cimentar la alternabilidad democrática en procura de instaurar un modelo de desarrollo social sostenible e incluyente”.
En un documento titulado «Por la alternabilidad democrática y el desarrollo social”, Marte afirma que el único antídoto “a la profundización del deterioro institucional que mantiene a gran parte del pueblo sumido en la pobreza y el atraso, es un marco que contribuya a superar los abusos de poder e instaure un régimen de respeto a los derechos cívicos e individuales, que eleve la autoestima y renueve la fe y la esperanza del dominicano en un porvenir confiable, seguro y esperanzador para todos y todas”.
Marte renunció del PRD por su reciente respaldo al proyecto de reforma constitucional que reinstauraría la reelección presidencial.
Texto íntegro de las declaraciones de Nelson Marte
En sus acciones para darse un barniz de legitimidad, el reeleccionismo ha dividido al país entre los que han decidido desconocer la Constitución vigente, y quienes creemos en la necesidad de fortalecer la institucionalidad y cimentar el Estado Social de Derecho como marco impulsor del desarrollo sostenible, democrático e incluyente.
El único antídoto contra la profundización del deterioro institucional que mantiene al pueblo sumido en la pobreza y el atraso, es un marco de alternabilidad democrática que nos ayude a superar los abusos de poder, el clientelismo, e instaurar un régimen de respeto a los derechos cívicos e individuales, que eleve la autoestima y renueve la fe y la esperanza del dominicano en un porvenir confiable, seguro y esperanzador para todos y todas.
Esa opción, que conecta plenamente con mis convicciones políticas, la representan hoy el joven candidato presidencial Luis Abinader y la Convergencia por un Mejor País, por lo que a partir de la fecha paso a participar en su campaña presidencial.
Cuando hace unos días presenté mi renuncia como director de Prensa e integrante de la Comisión Política del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, escribí que la aprobación de la reforma reeleccionista abría la posibilidad de que se consolide en el país una dictadura de partido único, lo que algunos han considerado un razonamiento extremo.
Creen quienes cuestionan mi aprensión, que la dictadura de partido sólo ocurre cuando hay asesinatos, presos y deportados políticos, ignorando que terminada la Guerra Fría esos regímenes no se ejercen con represión y sangre sino a través del control del poderoso aparato económico y político del Estado, que gobierna “almas y haciendas”, además de pautar el rumbo de la Nación al particular entendimiento del Presidente de turno y las dos o tres personas de su confianza.
Ya Mario Vargas Llosa caracterizó como “dictadura perfecta” la larga permanencia en el poder del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en México, advirtiendo que todos los gobernantes latinoamericanos con ínfulas de hegemonía política tratan –cada cual como puede- de imitar la experiencia mexicana.
Aquí fue el propio presidente Danilo Medina quien describió el peso del Estado como interventor y decisor político, cuando en la competencia por la nominación presidencial de su partido para las elecciones de 2004, denunció que “me venció el Estado”.
El mismo Medina que administra ahora el gobierno como un instrumento político para tratar de continuar en el poder mediante recursos que vulneran la institucionalidad democrática, se apoya precisamente a ese poder para “ordenar almas y disponer de haciendas”.
Es la hora de definirse frente a los rezagos históricos y de saltar arritmias cuyo último eslabón es la pretensión reeleccionista del presidente Medina, y de junto a Luis Abinader y la Convergencia empezar a redireccionar al país y conectarlo con los avances de equidad, inclusión y modernidad que recorren el mundo. Adelante.