Santo Domingo.-Mientras las autoridades han tenido que sancionar algunos centros por violar las restricciones sanitarias, muchos otros han decidido hasta cambiar estructuras físicas de sus negocios, optando por la evolución antes que infringir la ley.
Uno de los centros que cerró ante las normas establecidas por el gobierno para evitar las aglomeraciones de personas y mitigar los efectos de la pandemia del Covid-19, fue la discoteca El Final, que ahora se llama El Final Terraza y Restaurant, en Hacienda Estrella, Santo Domingo Norte, donde su propietario tuvo que innovar y adaptarse a los nuevos cambios.
«Lo hice por la situación, el negocio tenía siete meses, casi ocho, cerrado, pagando la mitad del local y unos cuantos gastos más, como es el mantenimiento de esos equipos que no se pueden parar, había que buscar la forma de uno empezar a producir», explicó Julio Ayala, al señalar que desmontó los cristales de la antigua discoteca que tenía para convertirla en terraza y poder reabrir.
Tiempo y Diseño
El Final Terraza y Restaurant lleva dos semanas en esa modalidad; abre los fines de semana a las 12:00 del medio día hasta las 6:30 de la tarde y los lunes, de 2:00 de la tarde hasta las 8:00 de la noche. Cuando el negocio era una discoteca tenía 13 empleados, ahora cuenta con ocho.
Como medida de distanciamiento físico, el centro cuenta con 14 mesas, de 38 que solía tener, más unas señalizaciones de dos metros por mesa y cuatro personas en cada una de ellas.
De club a villa
La Villa Ureña del distrito municipal de La Victoria, antes era club público que albergaba unas 370 personas, pero por de la pandemia y el distanciamiento físico ahora es público-privado y recibe 185 visitantes.
Julio Ayala
— Pérdidas
«No estamos conformes con el horario, la venta es menos de un 50% para los negociantes que respetamos las medidas de distanciamiento. No estamos conformes, lo que estamos es tratando de trabajar para no estar sentados».