Necesitamos poner en orden nuestra casa

Día tras día al levantarnos, lo primero que escuchamos son sucesos con noticias nefastas como la que recientemente sucedió con la joven ingeniera, de 28 años quien iba transitando tranquila, lejos de lo que estaba a punto de acontecerle, pues manejaba una yipeta (un vehículo confiable), con los vidrios arriba, seguro puesto y en un buen sector, la inseguridad ciudadana nos está consumiendo.

Y es que no hay lugar específico, -ni tu casa, ni carretera, ni ciudad, ni campo-, somos vulnerables a ser objeto de robos, atracos, golpeados, heridos o asesinados por personas desaprensivas que han decidido obtener dinero por la vía ¨ fácil ¨ de acuerdo a su estándar de valorización, cueste lo que cueste, total la vida de los demás no tiene ninguna importancia, ya que a la postre….ellos no valoran ni la de ellos mismos,

Si nos ponemos frente a la escala de inseguridad en nuestro país nos desmoralizamos pues la misma se incrementa horas tras horas y sentimos que no tenemos expectativas en torno a que la situación mejore. Las causas que inciden en los efectos a que me refiero son múltiples y se nos escapan de la mano…, queremos encontrar culpables y en verdad tienen su cuota de responsabilidad,….que si el gobierno no tiene voluntad política para combatir la delincuencia, que si este flagelo descansa en la proliferación de armas y el poco control de Interior y Policía en torno a la misma, o en la adicción a las drogas, la falta de empleos, el poco acceso a la educación, etc.

El asunto es sumamente complejo, pues de nada vale que actúe un sector si cuando le toca dar su apoyo a otro no ejerce su rol, -como cuando la policía los apresa, aunque en algunos casos ejecutan la detención después de dejarlos delinquir en varias ocasiones-, arriesgan sus vidas y los atrapan y luego, uff!! el poder judicial falla.

Lo que lo que nos acontece no es un asunto que puede resolver el hombre por si mismo, la inversión de valores en el seno del hogar, el cúmulo de mensajes bombardeados a través de los medios de comunicación, -las películas y documentales que dan pautas de cómo realizar los crímenes y atracos perfectos-, lo que se promueve en las redes sociales y otros, dan testimonio de que el problema está dentro de nosotros mismos.

Necesitamos poner orden en nuestra casa, el asunto es de orden espiritual más que secular, el desorden existencial y el vacío en nuestras vidas nos está aniquilando y en la búsqueda constante de llenarnos hemos tomado el rumbo equivocado, unos se tornan de continuo al mal y otros con tal de no bajar de status o por desidia no asumen la responsabilidad adquirida frente a los conciudadanos. Hagamos un alto a nuestro ritmo de vida. Es aquí y ahora que debemos hacerlo, Dios nos está esperando para ordenar nuestro espíritu y llenarnos de su amor y paz, solo así podremos con su dirección dar los pasos pertinentes para ayudar en la consecución de acabar con los males que nos asedian en pro de sanear nuestra sociedad.