This NASA image obtained August 21, 2015 shows scores of baby stars shrouded by dust revealed in this infrared image of the star-forming region NGC 2174, as seen by NASA's Spitzer Space Telescope. Some of the clouds in the region resemble the face of a monkey in visible-light images, hence the nebula's nickname: the "Monkey Head." However, in infrared images such as this, the monkey disappears. That's because different clouds are highlighted in infrared and visible-light images.Found in the northern reaches of the constellation Orion, NGC 2174 is located around 6,400 light-years away. Columns of dust, slightly to the right of center in the image, are being carved out of the dust by radiation and stellar winds from the hottest young stars recently born in the area. In this image, infrared wavelengths have been assigned visible colors we see with our eyes. Light with a wavelength of 3.5 microns is shown in blue, 8.0 microns is green, and 24 microns in red. The greens show the organic molecules in the dust clouds, illuminated by starlight. Reds are caused by the thermal radiation emitted from the very hottest areas of dust. AFP PHOTO/NASA/JPL-CALTECH = RESTRICTED TO EDITORIAL USE - MANDATORY CREDIT "AFP PHOTO /NASA/JPL-CALTECH " - NO MARKETING NO ADVERTISING CAMPAIGNS - DISTRIBUTED AS A SERVICE TO CLIENTS =
WASHINGTON.-El mundo puede dormir tranquilo: ningún asteroide gigante amenaza con chocar con el planeta azul y destruir Estados Unidos en septiembre, asegura la Nasa, echando por tierra un sinfín de rumores catastróficos que circulan en internet.
«No tiene ninguna base científica, ni siquiera la sombra de una prueba, que un asteroide o cualquier objeto celeste amenace con entrar en colisión con la Tierra en ese momento», declaró un responsable de la Nasa, Paul Chodas, en un blog del prestigioso programa de la agencia encargada de detectar cometas y asteroides.
Todos los asteroides conocidos por el momento tienen menos del 0,01% de posibilidades de entrar en colisión con la Tierra en el curso de los próximos 100 años, explicaron los responsables del programa en un mensaje publicado el miércoles. «Si hubiera algún objeto así de grande para causar ese tipo de destrucción en septiembre, hubiéramos ya visto algo», agregó Chodas.
La Nasa intenta así contrarrestar los rumores que circulan en internet, que afirmaban que un asteroide iba a entrar en colisión con la Tierra entre mediados y fin de septiembre cerca de Puerto Rico, en el Caribe.
«La Nasa detecta, sigue el rastro y graba las descripciones de asteroides y de cometas que pasan a 48 millones de kilómetros de la Tierra utilizando telescopios instaladas en el Sol o en el espacio», precisó la Nasa en el mensaje.
«Aún una vez más, no existe ninguna prueba de que un asteroide o cualquier objeto celeste circule en una trayectoria que vaya a chocar contra la Tierra», sentenció Chodas.