El narcotráfico lo pervierte todo. Enferma al consumidor, que en ocasiones termina convirtiéndose en una especie de despojo humano, daña a las familias que deben lidiar con las secuelas de ese vicio, aumenta la delincuencia interna, corrompe autoridades y desvirtúa valores sociales.
La privilegiada posición geográfica de la isla “La Española” se convierte en un atractivo para los carteles que utilizan este territorio insular como puente para llevar su mercancía a los grandes mercados de consumidores.
El narcotráfico es como una especie de “Hidra de Lerna” que se distinguía en la mitología griega por su capacidad para regenerar las cabezas que le eran cortadas.
Por eso vemos que cuando se cree desmantelada una estructura criminal, al tiempo se descubre que la misma ha mutado con mayor capacidad corruptora y de violencia que la anterior.
Las autoridades han puesto en marcha lo que desde el Ministerio Público ha sido denominado “Operación Falcón”, una de las más extensa acciones contra una banda de narcotráfico registrada en el país.
Esa red venía creciendo desde hacía años fuera del radar de la sociedad, mientras los focos se centraban en otras bandas.
Esa estructura, que ahora es puesta en evidencia, es responsable de grandes alijos de droga que se movían desde República Dominicana a Europa y Estados Unidos, muy en particular a Puerto Rico.
Su capacidad operativa es bastante para haber superado a sus antecesores.
Esa hidra seguirá regenerando sus cabezas mientras no sea cortada de cuajo, llevándose su base de apoyo policíaco-militar, política y económica.
