Nalini Campillo: más allá de guías mundiales, inspira como buena madre

Ejemplo. Es madre, hija y profesional consagrada que ha sabido criar a tres varones. Relevo. Dos de sus hijos, igual que ella son doctores.
SANTO DOMINGO.-Nalini Campillo, una dominicana que es ejemplo de buena ciudadana, madre, hija y profesional, ha forjado a través de su trayectoria un camino que refleja el valor de la constancia, el compromiso, la empatía y la pasión.
Su historia inspira a generaciones y en el marco de la conmemoración, este domingo del Día de las Madres, abre su corazón para rememorar sus experiencias como madre, haciendo una pausa a pesar de su apretada agenda para contar a los lectores de EL DÍA como ha podido cumplir con amor y eficiencia los diversos roles que desempeña en casa y en su ejercicio como diabetóloga.
Madre y colega
Dios la premió con tres tesoros, que por su fecunda labor como galena, dos decidieron seguir sus pasos compartiendo al igual que ella la ardua tarea de llamarse colegas.

Comenta que no ha sido fácil asumir tantos roles, pero asegura que “ha sido un constante ejercicio de equilibrio y priorización, donde el amor por mi familia y mi pasión por mi profesión han sido los pilares. Aprendí que la clave no es la perfección, sino la presencia plena en cada rol en el momento justo».
Aclara que requiere organización, pero, sobre todo, una profunda conexión con sus valores y la certeza de que cada faceta enriquece a los demás.
Sobre los desafíos que se enfrentan en la crianza explica que aceptar que cada hijo es un universo único y diferente. Aunque las bases del amor y los valores son los mismos, la forma de guiarlos y entender sus necesidades individuales ha demandado una flexibilidad y una escucha activa constantes.

Es un aprendizaje diario, un reto hermoso que le ha enseñado a crecer con ellos, aún ahora que son adultos. En la etapa de crecimiento de los hijos donde hay tantas responsabilidades, la doctora dijo que entendió a su madre cuando ella también fue madre, agregando: «Es una definición hermosa y precisa.
En esos primeros años, el apoyo de mi madre fue fundamental, un verdadero pilar. Ella fue mi guía, mi refugio, mi maestra silenciosa.
Lidiar con el hogar y la llegada de los hijos fue un desafío inmenso que pude sobrellevar gracias a su experiencia, su amor incondicional y sus valiosos consejos.
Debo admitir que doña Teresa, su abuela paterna compiló con el mismo rol incondicional.
Tres mujeres poderosas que han dado lo mejor de sí mismas en sus cuidados y orientación. El regalo de la presencia de estas grandes mujeres, fue un regalo que me permitió florecer como madre».
De tal palo, tal astilla
La galena entre risas confiesa que de sus tres hijos dos son médicos y un tercero que le pregunta sobre salud constantemente, como si lo fuera.
«Es algo que me llena de orgullo y ternura. Ver cómo sus ojos brillan al hablar de la medicina y cómo se preocupan por el bienestar de los demás, es indescriptible.
Ver mi pasión en sus ojos, actos míos en sus actos, esencia humana, que cada uno tiene, es un agradecimiento constante a Dios. Más aún, no se impuso este camino, fueron libres de elegirlo y perseguir sus propias pasiones», apuntó la galena.
En el ámbito profesional, describe que la gratificación es de cambiar vidas y mejorar la calidad de vida de sus pacientes o las personas con las que contactan, es inmensa.
En cuanto a sueños por cumplir, afirma que le gustaría seguir contribuyendo a la salud pública, quizás a través de programas de educación o prevención. «Y a nivel personal, siempre hay sueños de seguir viajando, de ayudar no sólo a mi isla, sino al planeta, de aprender nuevas cosas, de seguir nutriendo mi alma con experiencias que me hagan crecer».
Nalini expresa que está preparada para disfrutar su rol de madre con los hombres que describe como “mis tres tesoros…. tres vidas de mi vida».
Un domingo familiar
Para el domingo tiene planeado celebrarlo en familia, pues refiere que, gracias a la tecnología, podrá comunicarme con el primero, que hace medicina interna en Atlanta. “Ese es mi astronauta, porque su límite nunca fue el cielo, sino el universo.
Mi segundo está aquí en europa, ya vive con su pareja, totalmente independiente, mi equilibrio, mi luz en la oscuridad. Y mi tercero, mi sol, aún vive conmigo y hasta me enseña a cocinar. Lo encuentra todo, hasta las soluciones cuando me enredo.
Mi paz. Será un gran día. Cada año, cada día, se celebre o no, es una oportunidad para recordar el hermoso regalo de la maternidad», sostuvo la especialista.
Impacta vidas
Por otro lado, destacó que la motivación para ser diabetóloga surgió de su profunda convicción que es impactar directamente en la vida de las personas que viven con una enfermedad crónica tan prevalente y devastadora como la diabetes.
En este sentido manifiesta: «Me atrajo el desafío de ir más allá del tratamiento médico y adaptar el manejo a la realidad de nuestra idiosincrasia dominicana.
Comprendí que para que el tratamiento fuera efectivo, debía ser accesible, culturalmente relevante y sostenible para mis pacientes, considerando sus hábitos, sus costumbres y su forma de vida».
Logro por disciplina
— El valor del trabajo
Campillo es la única especialista dominicana en ser coautora de las guías mundiales elaboradas por el Grupo de Trabajo Internacional sobre el Pie Diabético. Le debe ese logro a lo mismo que le pide a sus pacientes: la disciplina.
Un amor sublime
—1— Su mejor rol
Para ella, ser madres es una valoración sublime y sagaz, al preguntarle que significa en tres palabras ser madre atinó a decir: “Bueno… el tres es mi número favorito, por mis tres hijos”.
—2— Su inspiración
En casa, coloca los adornos de tres en tres, afirma: “Porque son ellos y para ellos. Mi amor incondicional, fortaleza y legado”.
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Erika Rodríguez
Periodista, ganadora del Premio Nacional de Periodismo Turístico Epifanio Lantigua en la categoría Gastronomía y Turismo.
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