Un hombre de 70 años, y cuya identidad no ha trascendido, falleció en el interior de un vagón de metro en Ciudad de México (México).
Lo más alarmante y triste de este suceso es que nadie se percató de su muerte y su cuerpo recorrió varias veces la Línea 1.
El hombre iba sentado en el asiento reservado para ancianos y embarazadas, parecía dormido y nadie se dio cuenta de que, en realidad, estaba muerto.