Nueva York.-Desde Muhammad Ali hasta Johan Cruyff, el mundo del deporte se despidió en 2016 de varios titanes que marcaron el rumbo de sus respectivas disciplinas.
Un vistazo a las muertes más importantes en el mundo deportivo:
Muhammad Ali, 74
En su última caravana, a través de su ciudad natal, el parabrisas del coche fúnebre estaba cubierto por tantas flores que el chofer apenas podía ver el camino, o las multitudes de miles de personas apostadas en las calles.
Muhammad Ali estaba de vuelta donde todo comenzó, en Louisville, Kentucky, donde comenzó una carrera en el boxeo que lo convirtió en el atleta más famoso del planeta.
Fue campeón del peso completo en tres ocasiones, con una mezcla jamás antes vista de velocidad, poder y astucia, características que contrastaban con la imagen de sus últimos años, en los que apenas podía caminar y susurraba palabras ininteligibles por la enfermedad de Parkison que desarrolló a raíz de miles de golpes en la cabeza.
Sus tres peleas contra Joe Frazier fueron inolvidables. Se autoproclamó como “El Más Grande”, y boxeador que podía “flotar como mariposa, picar como abeja”. Y lo hizo con una personalidad y bravuconería magnéticas.
Ali peleó en todos los rincones del mundo _ Alemania, Malasia, Filipinas, Zaire.
Además, perdió algunos de sus mejores años como boxeador, al negarse a ser reclutado al Ejército para la guerra de Vietnam. Asumió posturas políticas cuando no era bien visto entre los deportistas. Y se cambió de religión y de nombre.
El tiempo suavizó algunas de sus posturas más radicales, y Ali se convirtió en todo un tesoro nacional, en un embajador mundial.
En los Juegos Olímpicos de 1996 en Atlanta, encendió el pebetero con mano temblorosa, en una de las imágenes más famosas de cualquier olimpiada.
Johan Cruyff, 68
Sus regates han sido imitados hasta la saciedad. La selección holandesa en la que jugó, y el Barcelona que dirigió, son dos de los equipos más admirados en la historia. Y su forma de interpretar el fútbol cambió el deporte para siempre.
Simple y sencillamente, Johan Cruyff fue un futbolista y técnico iconoclasta, único e irrepetible.
Cruyff falleció tras perder su batalla contra el cáncer pulmonar.
El exjugador holandés personificó el “Fútbol Total”, y dibujó el prototipo del Barcelona que, años después, Pep Guardiola, Lionel Messi y compañía llevarían a su máxima expresión.
Su talento era tal que ocupa el Olimpo de los dioses del fútbol, al lado de otros titanes como Pelé, Diego Maradona, Franz Beckenbauer, Alfredo Di Stéfano y el propio Messi.
Arnold Palmer, 87
Vivió la vida tan bien como jugó en el campo de golf.
Los golfistas de hoy en día pueden agradecer a Arnold Palmer por las fortunas que ganan en los torneos, la cobertura de televisión que reciben en todo el mundo, y el dinero que reciben de los patrocinadores.
“Fue el rey de nuestro deportes, y siempre lo será”, dijo Jack Nicklaus tras la muerte de Palmer.
Palmer nunca se preocupó demasiado por ser tratado como realeza. Sus raíces estaban en la zona rural de Pennsylvania, y con su juego extraordinario y su pose de galán ayudó al golf a convertirse en uno deporte de las masas en Estados Unidos.
Joao Havelange
Figura reverenciada y polémica, Joao Havelange ayudó a catapultar al fútbol, y especialmente la Copa del Mundo, a su estatus actual como el deporte más popular del mundo.
El brasileño transformó a la FIFA en sus dos décadas como presidente del organismo, convirtiéndola en un organismo con reservas de cientos de millones de dólares, pero también en una incubadora para la corrupción.
Havelange murió a los 100 años mientras se realizaban los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro.
“En sus 24 años como presidente de la FIFA el fútbol pasó a ser un deporta verdaderamente global, llegando a nuevos territorios y llevando al fútbol a todos los rincones del mundo”, expresó el presidente de la FIFA Gianni Infantino.