Multilateralismo de Latinoamérica vs aislamiento de Trump

Multilateralismo de Latinoamérica vs aislamiento de Trump

Multilateralismo de Latinoamérica vs aislamiento de Trump

El presidente de Cuba, Miguel Mario Díaz-Canel denunció este martes la escalada agresiva de Estados Unidos contra su país "incluso en tiempos de pandemia", defendió la labor internacional de los médicos cubanos y urgió a reformar la ONU ante "un orden internacional injusto y antidemocrático". EFE

NACIONES UNIDAS.-América Latina hizo el martes una encendida defensa del multilateralismo de las Naciones Unidas poco después de que Donald Trump exhortase a los países a velar primero por sus propios intereses y después pensar en los demás.

El presidente estadounidense dio la nota durante la jornada inaugural de la 75ta Asamblea General con un breve mensaje grabado en el que contradijo abiertamente los principios de colaboración y solidaridad de la ONU al decir que “por décadas, las mismas voces cansadas postularon las mismas soluciones fallidas, planteando ambiciones globales a expensas de su propia gente”.

“Pero solo cuando atiendes a tus propios ciudadanos contarás con las verdaderas bases para la cooperación”, agregó.

“Como presidente, he rechazado los enfoques fallidos del pasado y con orgullo pongo a Estados Unidos Primero, del mismo modo que ustedes deberían poner a sus países primero. Está bien, es lo que deberían hacer”.

Tanto desde la derecha como desde la izquierda, los presidentes latinoamericanos defendieron el multilateralismo.

El primero en contradecir la postura de Trump fue el chileno Sebastián Piñera, quien dijo en su presentación virtual que “en estos tiempos de crisis es cuando más necesitamos liderazgos y colaboración multilateral”.

“Las grandes potencias, en lugar de confrontarse permanentemente en el terreno económico y sanitario, debieran liderar la lucha contra esta pandemia y recesión mundial, y no generar un gran y preocupante vacío de liderazgo”, afirmó Piñera.

“La colaboración”, señaló, “podría centrarse en compartir diagnósticos y conocimientos, coordinar cierres y aperturas de fronteras, unir fuerzas para el desarrollo y disponibilidad de una vacuna eficaz y segura, y colaborar con los países más vulnerables”. La preocupación por la vulnerabilidad de las naciones pobres ante el COVID-19 fue una de las constantes de las primeras presentaciones latinoamericanas.

“El COVID-19 no discrimina” entre ricos y pobres, sostuvo el presidente cubano Miguel Díaz Canel.

“Pero sus devastadores impactos económicos y sociales serán letales entre los más vulnerables, los de menos ingresos, los mismos en el mundo subdesarrollado que en los bolsones de pobreza de las grandes urbes industrializadas”.

“No podemos enfrentar la COVID-19, el hambre, el desempleo y la creciente desigualdad económica y social entre individuos y entre países como fenómenos independientes”, afirmó el mandatario cubano.

“Urge implementar políticas integrales en las que el ser humano sea la prioridad, y no las ganancias económicas o las ventajas políticas”.

América Latina es una de las regiones más golpeadas por el nuevo coronavirus a pesar de haber tomado severas medidas para contrarrestarlo, incluidos prolongados confinamientos. Brasil, Colombia, México, Perú y Argentina figuran entre las diez naciones con más contagios. Y el virus, lejos de desaparecer, sigue propagándose.

Díaz Canel describió al gobierno de Trump como “un régimen marcadamente agresivo y moralmente corrupto, que desprecia y ataca al multilateralismo, emplea el chantaje financiero en su relación con las agencias del sistema de Naciones Unidas y con una prepotencia nunca antes vista se retira de la Organización Mundial de la Salud, de la UNESCO y del Consejo de Derechos Humanos”.

“Algo muy especial y profundo ha fallado”, añadió.

“No hay modo de sostener por más tiempo, como algo natural e inamovible, un orden internacional desigual, injusto y antidemocrático, que antepone el egoísmo a la solidaridad y los intereses mezquinos de una minoría poderosa a las legítimas aspiraciones de millones de personas”.

El presidente brasileño Jair Bolsonaro, que tiene mucha afinidad ideológica con Trump, se expresó también a favor del multilateralismo al inaugurar la sesión, en el discurso previo al de Trump.

“Como miembro fundador de las Naciones Unidas, Brasil está comprometido con los principios básicos de la Carta de la ONU: paz y seguridad internacional, cooperación entre las naciones, respeto por los derechos humanos y por las libertades fundamentales”, manifestó Bolsonaro.

“Hoy renovamos nuestro compromiso y lealtad hacia esos ideales”.