Mujeres, comunicación y futuro: una hoja de ruta desde CAESCO
Es muy sabido que vivimos un contexto donde los medios de comunicación enfrentan una transformación acelerada. Para nosotros, en el Centro de Análisis y Estudio de la Comunicación (CAESCO) este panorama está más que claro, junto a los retos que supone en todos los órdenes, desde la ética, la desinformación, la IA, como herramienta y la mujer, más que por su género por sus talentos y capacidad de resiliencia trabajando en entornos que puede ser, y muchas veces lo son, para las realidades que la sociedad trae cada día para ellas.
Y fue en esa dirección, que en CAESCO diseñamos y llevamos a la realidad un espacio de diálogo profundo con enfoque de género, ética y tecnología. El panel “Mujeres en la Comunicación”, realizado en el marco del Mes de la Mujer, no solo visibilizó el rol profesional de destacadas comunicadoras, sino que trazó líneas fundamentales para repensar el presente y el futuro del periodismo.
Como presidente de CAESCO, estoy convencido de que este tipo de espacios permiten no solo mostrar el nivel profesional de las mujeres en los medios, sino proyectar una hoja de ruta para el futuro de la comunicación, entendida como una herramienta clave para modelar la sociedad.
Nuevas audiencias, nuevas reglas
En el conversatorio, voces autorizadas del ecosistema mediático trazaron líneas de conocimiento muy específicas entorno a los nuevos fenómenos de la comunicación, y coincidieron en que ya no se trata únicamente de plataformas, sino de cambios estructurales en las audiencias y en el modo de ejercer el periodismo.
Por ejemplo, mi estimada y bien formada amiga, Millizen Uribe, subdirectora digital del periódico Hoy, lo expresó con claridad: “la audiencia ya no es lineal ni pasiva”, lo que obliga a los medios y a los profesionales a crear narrativas transmedia sin perder rigor.
En ese orden, y haciendo un retrato fiel de la realidad actual, Dannira Caminero una joven periodista y comunicadora que ha sabido posicionarse sobre la base de un buen ejercicio digno de emular, advirtió sobre la presión por la viralidad, donde el “like” puede volverse más importante que la veracidad.
Ambas profesionales, dejaron más que claro en quienes les escuchamos en ese momento, que estamos frente a un problema serio, que cada vez exige una mayor nivel de pericia, de ética, de responsabilidad y de nuevas herramientas por quienes estamos en los medios de comunicación, más si nos acompaña la responsabilidad de construir desde ellos.
Quien para mi es una de las mejores entrevistadoras: Colombia Alcántara, ella nos entregó un dato preocupante: “hoy muchas personas prefieren informarse a través de influencers en lugar de periodistas acreditados. Esto plantea una necesidad urgente de reconectar el periodismo con su valor de origen: la credibilidad”.
Y es que esto es clave, porque no se trata de cerrar los medios para los que no son periodistas, sino dejar bien sentado el rol de los periodistas en la sociedad y porque debemos fiarnos de ellos y de su trabajo, claro, ahí entra un aspecto importante; que el periodista sea merecedor de la credibilidad que todos buscamos en los medios.
Carolina Pichardo, una joven periodista de mucho nivel y directora del medio Raíz Climática, aportó una dimensión clave al debate: la necesidad de adaptar el periodismo de investigación a un entorno dominado por lo efímero, sin perder profundidad ni impacto social.
Sabemos que para un medio hacer investigación en profundidad supone costos, vistos desde el tiempo hasta lo económico, pero igual sabemos que si sacamos el periodismo de investigación, entra a la sociedad algunos vicios que serán muy difíciles de erradicar.
Carmen Ligia Barceló, comunicadora y diputada por Hato Mayor, trajo al panel una mirada muy interesante donde nos alertó sobre la falta de contenido de valor en un ecosistema saturado de plataformas, y subrayó que la hipersegmentación ha reducido los espacios para el debate público plural.
Esta mirada a las burbujas mediáticas y a los algoritmos es uno de los puntos más neurálgicos, puesto que ellos están condicionando mucho de lo que hacemos, pensamos o decimos, incluso, en sentido contrario: lo que pensamos y no decimos, lo que hacemos y no ponemos en marcha por temor a la opinión de la supuesto mayoría.
Técnica, ética y resiliencia
Los presentes, creo que quedamos conectados en que uno de los consensos más claros del panel fue que, más allá del formato, lo que mantiene vivo al periodismo es la ética y la técnica profesional. La velocidad digital no puede sacrificar la verificación, el contexto ni el compromiso con la verdad. “La amenaza no es TikTok, es ceder en lo profesional por conseguir clics”, dijo la amiga Uribe.
Inteligencia artificial: ¿amenaza o aliada?
El debate no podía dejar fuera a la inteligencia artificial. Las panelistas mostraron distintos grados de adopción tecnológica, pero una postura común: la IA debe usarse como herramienta, no como sustituto del criterio periodístico. La automatización puede facilitar tareas, pero nunca reemplazar la ética, la sensibilidad y la responsabilidad del periodista.
Se subrayó también la urgencia de regulación: Europa ya avanza en leyes al respecto, mientras que en nuestro entorno, urge un marco normativo que garantice el uso ético de la tecnología en la comunicación.
Liderazgo femenino en la comunicación
Uno de los segmentos más potentes del panel fue la reflexión sobre las brechas de género en el periodismo. Datos compartidos revelaron que solo el 23% de los espacios de opinión y análisis en medios están ocupados por mujeres. A esto se suman barreras como la desigual distribución del tiempo, el acceso a financiamiento y las cargas sociales que dificultan el ascenso profesional.
Sin embargo, el panel también mostró el rostro más inspirador de la transformación: mujeres que han creado sus propios medios, que lideran equipos y que, pese a los obstáculos, construyen redes de colaboración y sororidad para avanzar. Como dijo Colombia Alcántara: “Las tilapias unidas pueden asustar al tiburón”.
Una conversación que deja huella
Lo mejor será la posteridad, puesto que el valor de este espacio no se agotó en el evento. Desde CAESCO, según detalló nuestra encargada de Educación Continuada, Mayrenilde Múnoz, dejaremos estas conclusiones en un documento académico con las conclusiones, reflexiones y aprendizajes, que servirá como material de consulta para estudiantes, docentes y profesionales de la comunicación.
El pasado viernes 21 de marzo dejamos una señal clara de que el periodismo necesita repensarse, renovarse y rehumanizarse. Y en ese proceso, las mujeres tienen un papel protagónico no solo como comunicadoras, sino como arquitectas del futuro mediático.
En un tiempo de ruido, velocidad y desinformación, estos espacios no solo aportan claridad, sino dirección. Y desde CAESCO, sabemos que no es fácil, sin embargo, seguiremos generando conocimiento útil y estratégico para una comunicación con impacto.
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