Mujer sin límites

A las mujeres no les resulta, ni les parece, vedada ninguna de las actividades humanas comunes en la vida dominicana de hoy, ni siquiera las que por sus características particulares han sido tradicionalmente asociadas con el hombre.

¿Una muestra? Los ejércitos y la Policía. En estos cuerpos armados podía ingresar alguna mujer, pero regularmente en áreas de baja exposición, como podían serlas la médica y la paramédica.
Esta disposición es, sin dudas, un mérito femenino. La apertura es, en cambio, un mérito de la sociedad dominicana de estos tiempos.

Cualquiera que se asome a las aulas universitarias notará inmediatamente una participación femenina mayoritaria. Y como tiene que ser, este hecho se refleja en las graduaciones de los centros de formación superior.

Los deportes siempre han tenido a mujeres participantes, pero ahora cada vez en más alto número y sin particularidades de disciplinas. Excepto en el béisbol profesional, todas las puertas parecen abiertas para ellas. Búsqueselas en el fútbol, volibol, pesas, o boxeo y se las encontrará sin tener que hacer grandes esfuerzos.

Desde hace décadas las Reinas del Caribe han sido el equipo más consistente del deporte dominicano y la estrella del atletismo del país es una mujer: Marileidy Paulino.

Una información procedente del Banco Agrícola deja ver que esta disposición femenina no está limitada a los asuntos urbanos.

Según una información publicada en otra parte de esta edición de EL DÍA, las mujeres productoras están solicitando financiamiento para el cultivo de arroz, cacao y aguacate y ahora han comenzado a incursionar en la avicultura y la ganadería, sectores tradicionalmente dominados por hombres.

Denominemos a está actitud “la expansión integral de los emprendimientos” y démosle la bienvenida. El resultado tiene que ser una mejor y más plena República Dominicana.