Edilí Arias 
Los fines de semana, particularmente los domingos, concentran la mayor cantidad de siniestros,
Santo Domingo.– En República Dominicana, cada año fallecen más personas en accidentes de tránsito que las que murieron durante toda la pandemia de COVID-19.
Esta afirmación la hizo al Periódico El Día el doctor Jairo González Bonilla, presidente de la Sociedad Dominicana de Emergenciología, quien destacó que los accidentes de tránsito son la principal causa de muerte y discapacidad entre personas de 15 a 45 años, afectando principalmente a los hombres.
Desde el inicio de la pandemia en 2020, el país registró 4,384 muertes por COVID-19, lo que equivale a un promedio anual de 1,096 fallecidos.
En contraste, solo en 2023, 1,949 personas perdieron la vida en accidentes de tránsito, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE). Estas muertes representan el 42 % de los fallecimientos accidentales y violentos registrados ese año, un total de 4,637 casos.
El doctor González calificó estas cifras de “alarmantes” y señaló que han motivado la promulgación del Decreto 656-24, mediante el cual el presidente Luis Abinader declaró de alto interés nacional la seguridad vial.
Este decreto establece la elaboración e implementación del Plan Nacional de Seguridad Vial 2025-2030, liderado por el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant).
Jairo González, presidente de la Sociedad Dominicana de Emergenciología.
Consecuencias más allá de las muertes
“El impacto de los accidentes de tránsito no se limita a las vidas perdidas. También dejan secuelas devastadoras, siendo la principal causa de discapacidad entre los jóvenes en el país”, destacó González.
El especialista lamentó que la sociedad se enfoque únicamente en las muertes y no en las miles de personas que quedan con amputaciones o en sillas de ruedas, muchas de ellas provenientes de familias de escasos recursos, para quienes estas lesiones representan una carga económica adicional.
“Es positivo que el Gobierno y las autoridades hayan tomado conciencia sobre este tema. Esperamos que estas iniciativas realmente ayuden a disminuir los accidentes”, expresó.
En promedio, los accidentes de tránsito cobran la vida de 243 personas al mes, equivalente a 8 muertes diarias, una tragedia nacional que demanda medidas urgentes.
Educación vial es la clave para la prevención
El 80 % de los accidentes son atribuibles a imprudencias, reflejo de la falta de educación vial. González instó a fomentar campañas educativas adaptadas a los contextos culturales y locales, orientadas a cambiar los comportamientos de los conductores.
“Estamos ante una epidemia que requiere el esfuerzo de toda la sociedad. Desde las escuelas, donde están los conductores del futuro, hasta el fortalecimiento de sanciones a quienes violen las leyes de tránsito”, declaró González.
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Además, planteó que la renovación de licencias debe incluir una reevaluación de los conocimientos sobre las leyes de tránsito, señalando: “No puede ser solo un trámite para obtener un nuevo carnet”.
Patrones de alarma
El análisis de los accidentes muestra tendencias alarmantes:
Los fines de semana, especialmente los domingos, concentran el mayor número de siniestros.
Las provincias más afectadas son Gran Santo Domingo (11.6 %), San Cristóbal y Santiago (9.8 % cada una), y La Altagracia (7.4 %).
Un 25 % de las víctimas fatales tenía entre 25 y 34 años, mientras que el 68 % de las muertes ocurrieron en accidentes con motocicletas.
En 2023, además de los fallecimientos, se reportaron 121,850 lesionados, un promedio mensual de 10,154 heridos y 334 lesionados diarios.
Impacto económico
Los accidentes también representan un elevado costo económico. Según estimaciones, el gasto para el sistema de salud ascendió a 130 mil millones de pesos, lo que equivale al 2.2 % del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
“Es hora de actuar con firmeza. Necesitamos educación, sanciones y un cambio de cultura para frenar esta epidemia de muertes y lesiones en nuestras carreteras”, concluyó González.
