SANTO DOMINGO.- La muerte del abogado y catedrático Yuniol Ramírez, fue el detonante que puso al descubierto el escándalo de corrupción en la Oficina Metropolitana de Servicio de Autobuses (OMSA) en el año 2017.
Aquel 12 de octubre de 2017, cuando se supo la noticia de que Ramírez había sido encontrado muerto en una cañada de Manoguayabo y amarrado con una cadena de hierro y un block, a nadie le pasó por la mente que el entonces director de la OMSA, Manuel Rivas, estaba involucrado en ese caso.
Fue más adelante en medida que avanzaban las investigaciones, cuando el Ministerio Público dio a conocer las implicaciones de Rivas, quien pretendía negociar con Ramírez para que desistiera de una demanda ante el Tribunal Superior Administrativo sobre un caso de corrupción en la OMSA.
Al presentar el expediente, el Ministerio Público acusó a Rivas de asociación de malhechores para cometer sobornos, crímenes de corrupción, fraude contra el Estado, corrupción en proceso de duplicidad de pagos, al igual que procesos de urgencias y asociación de malhechores para prevaricar, desfalco, y estafa en perjuicio del Estado.
También se descubrió la implicación de Faustino Rosario Díaz, financiero de la OMSA, a quien se le acusó de asociación de malhechores, corrupción por fraude en proceso de selección de compras directas y sin contratos, duplicidad de pagos, al igual que en procesos de urgencias, enriquecimiento ilícito derivado de actividades de corrupción, lavado de activos e incremento patrimonial.
Mientras que Eddy Rafael Santana Zorrilla se le atribuye haber cometido soborno violentando disposiciones de la ley sobre el comercio y la inversión en detrimento del Estado.
