En esta imagen cortesía de los Cascos Blancos de la Defensa Civil Siria, cuyos contenidos han sido autenticados por AP, se muestran las columna de humo después de un ataque aéreo de las fuerzas del gobierno sirio en la localidad de Duma, en la región de Ghouta oriental, al este de Damasco, Siria el sábado 7 de abril de 2018. (Syrian Civil Defense White Helmets via AP)
Beirut.- Al menos 40 personas murieron a causa de un ataque con gases venenosos en una localidad bajo control rebelde cerca de la capital, informaron activistas sirios de oposición y personal de rescate. Sin embargo, el gobierno sirio rechaza las acusaciones.
El supuesto ataque en la localidad de Duma ocurrió la noche del sábado como parte de la reanudación de hostilidades de las fuerzas del gobierno sirio, después de que se rompiera una tregua.
El reporte no pudo verificarse de manera independiente. Miembros del personal de emergencias de oposición, conocidos como Cascos Blancos, reportaron el ataque y dijeron que se encontró a familias enteras sofocadas al interior de sus viviendas o en refugios.
Reportaron más de 40 decesos por asfixia, y dijeron que las víctimas mostraban señales de envenenamiento por gas, incluyendo dilatación de pupilas y espuma en la boca.
En un comunicado, sin embargo, indicaron un aroma parecido al cloro, que no explicaría los síntomas descritos que generalmente están relacionados con el uso de gas sarín. Informaron que alrededor de 500 personas recibieron tratamiento médico por sofocación y otros síntomas.
La mayoría de las instalaciones médicas y ambulancias quedaron fuera de servicio a causa del ataque, añadieron los Cascos Blancos.
La Sociedad Médica Sirio-Estadounidense, una organización de ayuda, señaló que hay 41 muertos y cientos de heridos.
El Observatorio Sirio Por los Derechos Humanos indicó que al menos 80 personas murieron el sábado en Duma, incluyendo alrededor de 40 que fallecieron por asfixia.
Pero el organismo indicó que la sofocación fue como resultado del colapso de refugios en los que había personas. Videos publicados por los Cascos Blancos aparentemente mostraban a las víctimas, incluyendo a bebés en pañales, que respiraban por medio de mascarillas de oxígeno en hospitales improvisados.
A través de un comunicado publicado en la agencia noticiosa estatal SANA, el gobierno sirio rechazó rotundamente las acusaciones.
Indicó que se trata de «fabricaciones» por parte del grupo rebelde Ejército del Islam, en un «intento fallido» por obstaculizar los avances del gobierno.
«El ejército, que avanza rápidamente y con determinación, no necesita usar ningún tipo de sustancias químicas», destacó el comunicado.
Las fuerzas del gobierno sirio reanudaron el viernes su ofensiva contra el bastión rebelde de Duma, luego de que una tregua de 10 días colapsara por desacuerdos sobre la evacuación de combatientes de oposición.
La violencia volvió días después de que cientos de combatientes de oposición, en compañía de sus familiares, salieron de Duma rumbo a zonas bajo control rebelde en el norte de Siria. Duma es el último bastión rebelde en Ghouta oriental.
El supuesto ataque con gases en Duma se presenta casi exactamente un año después de que se registrara un ataque químico en la localidad de Khan Sheikhoun, en el norte de Siria, en el que murieron docenas de personas.
El incidente provocó que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenara un ataque con varias decenas de misiles Tomahawk contra una base siria.
Trump dijo que el ataque tenía el objetivo de disuadir a Siria de volver a utilizar armas ilegales. Siria y su aliado, Rusia, rechazaron cualquier participación en el supuesto ataque químico.
Duma se encuentra en los suburbios de Damasco conocidos como Ghouta oriental. Un ataque químico en la región, que se le atribuye a las fuerzas del gobierno, mató a cientos de personas en 2013, lo que provocó que Estados Unidos amenazara con acción militar, antes de retractarse Siria rechaza haber utilizado armas químicas en alguna ocasión durante los siete años de guerra civil en el país, y asegura que eliminó su arsenal químico en apego a un acuerdo firmado en 2013 que fue negociado por Estados Unidos y Rusia tras el incidente en Ghouta oriental.