París.- El poeta, ensayista y traductor francés Yves Bonnefoy, una de las grandes voces literarias en la Francia contemporánea, murió este viernes a los 93 años, informa hoy el diario “Le Monde».
El escritor sonó en repetidas ocasiones como candidato al premio Nobel por su obra poética pero también por su labor como crítico de arte y traductor, que le llevó a pasar al francés las grandes obras de teatro de Shakespeare y de gigantes como Petrarca o Yeats.
Escribió más de cien libros, traducidos a una treintena de idiomas, que le valieron prestigiosos galardones en Francia (como el premio Goncourt en 1987) o fuera de su país, como el premio de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) a las lenguas romances en 2013, convirtiéndose en el primer francés en lograrlo.
Nacido en 1923 en Tours en una familia obrera, a los veinte años se instaló en París para convertirse en poeta después de haber estudiado matemáticas en su ciudad natal.
Bonnefoy fue conocido en sus inicios por su cercanía al surrealismo y al propio André Breton, aunque desde muy temprano, en 1947, se distanció de este movimiento al considerar que renunciaba a la realidad por un mundo cerrado de símbolos muchas veces herméticos.
En 1953 aparece su primer gran poemario “Du mouvement et de l’immobilité de Douve”, que le dio prestigio dentro y fuera de su país y le abrió las puertas de países como Estados Unidos o Italia.
Sus obras como crítico de arte indagaron en grandes figuras de la literatura como Rimbaud, de quien se declaraba gran admirador, pero también en el legado de artistas como Goya o Giacometti.
Muy activo hasta bien entrado en años, Bonnefoy fue nombrado doctor honoris causa en innumerables universidades, como Oxford, Chicago o Siena y era profesor honorario en el prestigioso College de France, de París.