Movilidad urbana //

Movilidad urbana

Movilidad urbana

Frederich E Berges

El poder transportarse en las zonas urbanas de Santo Domingo, Santiago y en menor grado en otras ciudades del del país, se ha convertido en el dolor de cabeza diario de sus habitantes. Cuando no es por el desorden e irrespeto que comenzó con los motores delíveris, las patinetas y que se ha expandido al transporte público y muchos privados, es por semáforos apagados, policías dirigiendo el tránsito, agua que cae del cielo o simplemente la congestión de millones de vehículos buscando el mismo espacio.

Por estas razones se ha recibido con júbilo la manifestada intención del Gobierno dominicano de procurar una asistencia financiera y técnica multimillonaria del Banco Mundial para implementar soluciones viales al transporte urbano.

Según se ha informado, el proyecto presentado a la entidad financiera multilateral, se iniciaría con una red de drenaje pluvial capaz de eliminar la mayor parte de las inundaciones que ocurren cuando nos caen aguaceros intensos. A esto se incluiría una parte de alcantarillado sanitario que no sólo contribuiría a preservar el medio ambiente, sino que, al aportar agua potable, reduciría el costo de la vida de todos quienes a diario tienen que comprar agua potable para su consumo.

El segundo componente sería un nuevo teleférico en recorrido norte-sur desde el kilómetro 9 de la carretera Duarte hasta el kilómetro 12 de la carretera Sánchez. Esta obra se complementaría con un tranvía de superficie que conecte Haina con la estación del Metro de la avenida Winston Churchill. Un tercer componente será el denominado tren urbano que conectaría la avenida 27 de Febrero con carretera Duarte hasta la ciudad de Boca Chica, incluyendo paradas para el aeropuerto de Las Américas y el puerto multimodal de Andrés.

Este ambicioso proyecto de soluciones a los dolores de cabeza de la movilidad urbana en Santo Domingo tiene que incluir además soluciones a la densidad vehicular en las zonas urbanas, especialmente de aquellos vehículos que datan de 10 años o más y que transitan en pésimas condiciones. Un proyecto enorme y ambicioso que saludamos por su audacia y pertinencia.