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Los inviernos rusos ya no son lo que eran, al menos en Moscú. La capital rusa vivió un diciembre más caluroso de la historia.
Y no sólo es que las temperaturas no bajen de cero, sino que no hay ni rastro del tradicional manto de nieve que cubre habitualmente sus aceras y parques en esta época del año, con solo 5 días de nieve.