Santo Domingo.-“No podemos simplemente darles y que no haya un compromiso de ellos de lograr, por lo menos, una mejoría para su vida”.

Con esa filosofía el coordinador del proyecto de readecuación de los sectores Las Latas, Los Reguindao, La Lechuga y La Barquita de la cuenca del río Ozama ha motivado a los moradores de esa zona para que se preparen en un oficio y aprendan lo que es vivir en comunidad.

José Miguel González Cuadra informó que casi 300 personas, de los primeros 900 que serán reubicados en el nuevo asentamiento modelo, han recibido la certificación del Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep) en oficios que desde ya les permite trabajar en el proyecto de readecuación que lleva a cabo el Gobierno.

“Nosotros los estamos educando y preparando para que verdaderamente puedan integrarse a esa nueva vida y pueda ser sostenible por ellos mismos”, aseguró González.

Dijo que también un equipo de profesionales de Muchachos y Muchachas con Don Bosco, dirigido por Gisela Mejía, está trabajando con los moradores de La Barquita, enseñando “familia por familia”, desde la convivencia a como se vive en un apartamento.

“Nosotros con darles un apartamento ya creemos que les resolvimos la vida y no les hemos resuelto nada, si no lo acompañamos en el cambio y que sepan de donde van a venir los ingresos para esa nueva vida”, afirmó González Cuadra.

Autosostenibilidad

El empresario dijo que los moradores de esas deprimidas zonas están totalmente integrados al proyecto y aportan ideas de cómo mejorar.

Informó que están creando una cooperativa entre ellos para tener de dónde sacar los recursos que se necesiten, así como la creación de una pequeña semi industria maderera que les permitirá construir los muebles que usarán en sus viviendas al terminar la construcción del proyecto, que además contará con un parque, áreas deportivas, politécnico, colegio y un sistema de transporte en el acuífero.

En la actualidad, las más de mil familias que serán reubicadas están divididas en 20 comunidades con representantes de cada sector y están a cargo de diversas áreas del proyecto, es decir, deportes, educación, empleos, entre otras.

“Cada 15 días yo me reúno con esta comisión; ellos están prestos a ayudar en todo. Mi conflicto ha sido con la burocracia, no con la gente de La Barquita”, dice González Cuadra.

Cree que el trabajo en equipo, obviando los rangos, es parte del éxito en el avance del proyecto. Explicó, sin embargo, que cada sector que conoce el proyecto le ha ofrecido su apoyo.

“No sé si este apoyo incluye que es un proyecto importante para el presidente Danilo Medina, pero creo que depende más de como uno se maneje. La gente empieza a ver y sabe que esto es un proyecto serio”, afirmó.

Ofrecen ayuda

Al participar como invitado de los Coloquios de EL DÍA, González Cuadra habló de la importancia de saber administrar la ayuda que le ofrecen diversos sectores para evitar se contamine el proyecto.

Explicó que el presidente del Comité Olímpico Dominicano, Luisín Mejía, le dijo que querían contribuir con el proyecto La Barquita, por lo que le pidió que colaboren para que el liceo de la zona tenga instrucción en deporte olímpico.

“Haremos un pabellón donde habrá entre ocho a 10 disciplinas olímpicas y tendrán instrucción directa del Comité Olímpico”, dijo.

También desde el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel) le ofertaron construir un local, pero consideró que era más necesario que patrocinen el liceo para convertirlo en el más tecnológico, porque “si me hacen un edificio y en tres años cambiamos de ideas, ahí se queda el edificio vacío; pero ahora con ese acuerdo se queda la idea en el liceo, que va a ser manejado por la institución religiosa Fe y alegría”, dijo satisfecho González Cuadra.