*Por Luis Santos Burgos
En el marco del artículo IV, una misión del FMI sostuvo reuniones con autoridades del Banco Central, algunos ministerios y otras instituciones públicas, incluyendo organizaciones del sector privado, a los fines de dar seguimiento al comportamiento de la economía dominicana, proyectando un crecimiento de 3 por ciento para este año 2023.
Al margen de la bondad que atribuye el jefe de la misión, Emilio Fernández, la política monetaria transita horizontes contradictorios, por una parte reduce la tasa de política monetaria y realiza impulsos monetarios que estimule la baja de las tasas de interés y el crédito bancario, obviamente sin resultados efectivos. Por otra, resta liquidez a la economía, promoviendo los instrumentos de contracción, incremento el monto de la deuda pública de la entidad emisora a niveles records.
En el ámbito fiscal, se observa un ligero cambio hacia un mayor esfuerzo orientado al gasto de capital en el tramo final del año, afianzado en el endeudamiento externo público, los adelantos tributarios realizado por la banca comercial por RD$50,000.0 mil millones y los recursos que supone la renovación a destiempo del contrato de los aeropuertos, durante los primeros 6 meses por valor de US$775.0 millones, lo que sigue revelando el problema de insostenibilidad de las finanzas públicas.
El crecimiento de la economía dominicana de 1.4 por ciento en el primer semestre y 1.7 por ciento a septiembre del presente año 2023, de alguna manera replica la caída tendencial del producto real de 1.9 y 1.7 por ciento acaecida en los años 2001 y 2024, respectivamente, arrojando un crecimiento al final de cada año de 2.5 y 2.6 por ciento.
El patrón de crecimiento histórico de la economía dominicana refiere claramente, que para crecer al tramo del 3% al final de cada año, se precisa de expansiones previas, ese decir, a junio y septiembre que oscilen entre 3.5 al 4% del PIB real. La evidencia empírica durante las últimas tres décadas, confirma que la economía dominicana aun cuando ha logrado 2.8 por ciento a septiembre, nunca ha tenido un crecimiento de 3 por ciento al cierre de año.
Las perspectivas de crecimiento estimado por las autoridades y la misión del FMI, de 3 por ciento al cierre de 2023 no consigue sustento, considerando que desde inicio del año 2022 el sector exportador presenta un desempeño adverso. Las zonas francas durante enero-septiembre 2023, registraron un crecimiento de apenas 0.7 por ciento. En tanto, las exportaciones nacionales durante enero-junio de 2023, tuvieron un deterioro mayor al registrar una tasa de negativa de 11.4 por ciento.
Situación que se agrava con los conflictos que vienen produciéndose en la frontera con Haití, nuestro segundo socio comercial, que según el Presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), ha generado pérdidas estimadas en US$100.0 millones mensuales, dado que las exportaciones anuales a ese mercado alcanzan los US$1,400.0 millones.
El problema de las exportaciones nacionales y de zonas francas pudiera atribuirse, en un primer momento, al descenso de la demanda externa que resulta de la caída del crecimiento de la economía a nivel global, considerada como la mayor después del impacto de la pandemia, como bien destaca la misión del Fondo Monetario Internacional.
Sin embargo, la economía de los EE.UU, nuestro principal socio comercial durante los dos últimos años, experimenta una situación aproximada de pleno empleo y superando las tasas de crecimiento previstas, lo que ha conllevado la aplicación de restricciones monetarias por parte de la Fed, elevando los tipos de interés de referencia, procurando reducir la inflación y el nivel de empleo con el objetivo general de constreñir o reducir el nivel de demanda agregada.
En ese escenario, el volumen de las reservas internacionales neta durante el año 2023 ha estado dependiendo de las remesas, la inversión extranjera directa y del nivel de endeudamiento público externo, dado el escaso nivel de ponderación de las exportaciones dentro del PIB, revela una situación severa para una economía pequeña y abierta como la dominicana.
Ante el escaso crecimiento de la economía durante el primer semestre de 1.5%, las autoridades en el ámbito fiscal y monetario han flexibilizado su postura, procurando impulsar la economía con el objeto de obtener un crecimiento de 3.0 por ciento al cierre de 2023, un 1.9 por ciento por debajo del 4.9 por ciento obtenido durante el 2022. Para los fines, la entidad emisora ha facilitado liquidez ascendente a RD$180,000.0 mil millones, inferior en solo RD$10,000.0 millones, al monto canalizado del total de facilidades de liquidez para enfrentar el impacto de la pandemia.
*El autor es economista.