Mirada integral del feminicidio

Mirada integral del feminicidio

Mirada integral del feminicidio

Celedonio Jiménez

Una mirada integral del femenicidio, que es uno de los males contemporáneos más alarmantes de nuestra sociedad debido a las tremendas perturbaciones y los daños humanos, familiares, morales y emocionales que ocasiona, lleva a visualizar los factores vinculados a la cultura machista reinante y al modelo socio-económico y político en que el hombre manda, preside y decide, como causa fundamental del fenómeno.

Hay que considerar, sin embargo, que no todos los hombres del país, aun formados en la referida cultura y dentro del señalado modelo, actúan o actuarían reproduciendo el abominable acto feminicida. Esto conduce, entonces, a la necesidad de tratar de incorporar al enfoque del fenómeno otras causales confluyentes que parecen propias de otras áreas de la realidad.

Pienso, a la vez que me pregunto, si un hombre sin madurez emocional, que recibe un no consistente y reiterado de una mujer a la que cree un objeto de su propiedad, puede experimentar un trastorno depresivo que lo conduzca al feminicidio.

Pienso y me sigo preguntando si el que asesina a una mujer que ha sido su compañera, novia, esposa o concubina con la que ha procreado hijos, lo hace porque tiene un grado de anormalidad o patología psíquica, cuyo alcance o nivel lo induce a caer en el feminicidio.

Los hechos y fenómenos de la realidad siempre tienen diversas aristas o dimensiones, lo cual plantea la conveniencia de recurrir a un enfoque interdisciplinario.

En mi consideración, en el hecho del feminicidio confluyen elementos de carácter sociológico, psíquico, antropológico, jurídico, político, educativo, ético y moral. De ahí que creo que para que se pueda “agarrar el toro por los cuernos”, es imprescindible el análisis interdisciplinario que recoja los distintos puntos de vistas y su cooperación.

La fatal ocurrencia de los actos de feminicidios tiene que parar, y su enfoque y abordaje tienen que ser vistos como parte de la estrategia nacional de desarrollo. Una sociedad en que hombres matan a sus mujeres es una sociedad en que reina el atraso.

El mal del feminicidio tiene que ser atacado por varios flancos a la vez: con grandes campañas que promuevan valores no machistas y el respeto a la mujer, que incentiven la necesidad de buscar la resolución de los conflictos hombre-mujer mediante procedimientos racionales.

Por su parte las decisiones judiciales deben sancionar drásticamente la agresión a la mujer y hacer realidad la impunidad cero.

La escuela y el hogar juegan un papel estelar y estratégico en relación a la problemática aquí tratada. Ambos deben ser escenarios para que los adultos rechacen diferencias y discriminaciones respecto a chicos y chicas, y para educar en el respeto y la igualdad.

El camino puede ser largo, comencemos ya.



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