La minería, según el diccionario, es el arte de laborear las minas, lo que resulta en fuentes de riqueza para las naciones.
Pero al mismo tiempo es una actividad dañina para el medio ambiente y atentatoria contra la salud del planeta y de la humanidad.
Este conflicto se hace presente cada día en los países donde hay explotaciones mineras y la República Dominicana no es una excepción. El drama nos conturba y conmueve a todos, como, para citar un caso, a la señora Gleidy Yadira Pérez Stefan, que me cuenta su vivencia al visitar recientemente algunos parajes más allá de la loma de Guaigüí, en su natal provincia de La Vega.
Comenzamos a subir la loma entre pinos me cuenta-, y pasado el poblado de Guaigüí, nos fuimos adentrando poco a poco en la carretera, sin pavimento, enlodada por las lluvias, muy peligrosa en algunos trechos de barro resbaladizo.
A ambos lados del camino pudimos apreciar un bosque virgen, espeso en muchos lugares y cómo se llenaban de gozo nuestros corazones cuando mirábamos a nuestro paso, saliendo como cristales resplandecientes, de un lado a otro del camino, arroyitos de aguas limpias y a pocos menos de 1 ó 2 kilómetros, otro arroyito y otro y otro!!!!!!, unos más grandes, otros más pequeños y otros apenas tímidas fuentecitas de aguas puras, de aguas limpias, de aguas frescas, salidas del mismo corazón de nuestras montañas.
Contamos 16 de ellas!!, en unos 29 kilómetros de recorrido que hicimos.
Llegamos a Palmarito prosigue-, un río de aguas limpias, bajadas de la misma montaña, transparente como los demás, y al frente pude apreciar un micro sembradío de arroz en la montaña, en un risco!!!, sin agua .
Producido solo con el agua que le riegan las nubes en los atardeceres cuando besan las montañas en forma de espesas neblinas!! Hay muy pocos habitantes en aquella localidad, viven de la poca producción de sus tierras, es gente apartada del mundo contaminado, apenas bajan a la ciudad.
Bajamos gozosos!! Henchidos nuestros corazones de alegría, como niños sorprendidos ante uno de los últimos tesoros ecológicos que todavía conserva nuestra provincia de La Vega, Centro Acuífero de Quisqueya!! Abastecedor de muchos pueblos y provincias!!!
Pero hoy aquí viene la parte triste-, qué terrible noticia, qué golpe tan duro, qué devastadora información: la Falconbridge Dominicana, que ahora tiene otro nombre, está comprando esos terrenos para explotarlos, para devastar esa reserva nacional de bosques y múltiples fuentes de agua!
¿A quién apelamos? se queja mi amiga-, ¿dónde están nuestras autoridades?
Ahí lo dejo. Ojalá encontrar suficiente sensibilidad social para evitar que rincones como el descrito desaparezcan al paso de las explotaciones mineras.