Bloomberg News.–En el pico del auge energético estadounidense, el terrateniente de Texas John Baen recibía unos US$100,000 mensuales en regalías de las compañías que producían petróleo y gas natural en su propiedad.
Ahora los cheques son mucho más pequeños y, cuando abre el buzón todos los días, teme encontrar otro aviso de quiebra. Hasta ahora, cuatro de los productores que le enviaban cheques se han derrumbado por el aumento de las deudas al caer los precios del petróleo y buscaron protección judicial para evitar la bancarrota.
“Tengo ganas de llorar porque sé que voy a recibir otras diez notificaciones”, dijo Baen, de 67 años, que posee 10,000 acres (4,000 hectáreas) de tierra y derechos minerales sobre otra propiedad.
El precio del petróleo
La recuperación de precios del petróleo que llegaron a un piso de US$44 el barril en marzo proporcionó algo de alivio a las compañías más fuertes que han podido compensar con recortes de gastos y operaciones más eficientes.
En el caso de los productores pequeños escasos de efectivo, los precios actuales de casi US$60 no son suficientes para cubrir sus gastos en comparación con los precios de US$100 y más que hubo durante el auge.
En los últimos meses, se presentaron como mínimo una docena de solicitudes de protección judicial para evitar la quiebra y más de una docena de empresas han incumplido con el pago de bonos o advertido a los inversores de que se avecinan tiempos difíciles, de acuerdo con los datos que reunió Bloomberg.
Esto ha tenido repercusiones en todo el mundo de los propietarios de tierras privadas y derechos minerales –a veces denominados los “millonarios del esquisto”- que se enriquecieron con la explosión de la explotación del esquisto estadounidense.
Esos propietarios de recursos básicamente alquilan sus derechos petroleros y de gas a los productores a cambio de una participación en las ganancias.
Cuando a la industria le va bien, a los propietarios de derechos minerales les va bien. Cuando el negocio hace agua, comparten la mala racha con los productores.
Las regalías de las empresas en quiebra se redujeron a una fracción de lo que pagaban antes de la crisis, a veces más de lo que puede explicarse por la caída del precio del petróleo.
En los peores casos, los terratenientes pueden quedar sin nadie que asuma la responsabilidad por los desechos abandonados, los derrames y otros peligros, dicen los expertos de la industria con experiencia en crisis petroleras anteriores.
“Si usted es terrateniente y no está contento con un operador, no le conviene que quiebre”, dijo telefónicamente Jenna Keller, abogada de petróleo y gas de Colorado. “Porque entonces el problema le queda a usted”.
Muchas más compañías, que realizan pagos mensuales de regalías a decenas de miles de personas, podrían quebrar en el próximo año, señaló John Castellano, director gerente de AlixPartners LLC, que se especializa en reestructuración empresarial.