La Dirección General de Migración (DGM) informó que el fallecimiento del niño recién nacido en el Centro de Procesamiento Migratorio de Haina no ocurrió por falta de atenciones médicas, ya que la institución cuenta con un servicio compuesto por médicos, psicólogos clínicos y personal de salud capacitado que opera los dispensarios ubicados en su sede central y en Haina, disponibles las 24 horas del día para atender cualquier caso que pueda presentarse.
Estos equipos cuentan con el apoyo de la Dirección Médica de la DGM y tienen como misión evaluar las condiciones de salud de todas las personas que ingresan a los centros de procesamiento. Los retenidos solo permanecen por más de 24 horas cuando presentan circunstancias complejas que ameritan procesos de investigación, depuración o la colaboración de sus países de origen.
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El personal médico también tiene a su cargo el registro y verificación inicial de cada persona retenida para identificar y priorizar posibles urgencias o casos vulnerables. Además, ofrecen consultas médicas, evaluaciones clínicas completas, tratamiento a afecciones respiratorias y gastrointestinales, control de enfermedades crónicas, prescripción y entrega de medicamentos, así como atención de urgencias menores como curación de heridas, manejo de fiebre, dolor agudo, alergias y deshidratación.
La institución explicó que la joven Melisa Jean Baptiste, tras dar a luz en el Hospital Nuestra Señora de Regla, en la provincia Peravia, fue dada de alta y entregada al personal de Migración asignado a esa demarcación debido a que se encontraba en el país en condición migratoria irregular.
Durante la entrevista inicial con el personal actuante, la joven informó que el padre del bebé es dominicano, razón por la cual fue trasladada al Centro de Procesamiento Migratorio de Haina para validar dicha información y, de confirmarse, proceder con el protocolo correspondiente para garantizar la reunificación familiar.
Ella llegó al Centro de Procesamiento de Haina a las 13:45 del pasado jueves 13 de noviembre, acompañada de su bebé. Ambos fueron evaluados a su llegada, encontrándose en buen estado general de salud, sin signos de alarma. Aproximadamente a las 3:00 a. m. del viernes 14 de noviembre, ella se levantó de su cama, alertó al personal de vigilancia y explicó que, después de amamantar al recién nacido, este se tornó inquieto, presentando episodio de hipo, dificultad respiratoria, hipotonía y posterior ausencia de respiración.
La agente de la DGM asignada al área de maternidad la asistió de inmediato y trasladó al bebé al dispensario médico. Al llegar, el niño no presentaba signos vitales, por lo que se iniciaron maniobras de reanimación cardiopulmonar básica y se procedió a su traslado en una unidad del 9-1-1 hacia el hospital Juan Pablo Pina.
El equipo de la ambulancia continuó las maniobras avanzadas de reanimación, logrando reportar una saturación de 69% y una frecuencia cardíaca aproximada de 50 lpm; sin embargo, no fue posible restablecer sus funciones vitales.
La DGM informó que, tras el lamentable suceso, la joven comenzó a mostrar síntomas compatibles con depresión posparto, como llanto frecuente, estado de ánimo decaído, expresiones de desesperanza, sensación de culpa y elevación de la tensión arterial.
El equipo médico de la institución clasificó su condición emocional como “riesgo de depresión posparto” y recomendó evaluación psicológica, acompañamiento emocional continuo y observación clínica cercana, por lo que actualmente permanece ingresada en el hospital Juan Pablo Pina.
El personal de la DGM también recibió al presunto padre del bebé, quien fue citado para verificar la información ofrecida por la joven y a quien se le brindaron todos los detalles del caso. Asimismo, la situación fue notificada a la Embajada de Haití, cuyos representantes acudieron a la institución y visualizaron los videos de seguridad que muestran lo sucedido.
La Dirección General de Migración reiteró su compromiso de actuar con transparencia, enfocada en una gestión segura y ordenada de los procesos migratorios, respetando las normas nacionales e internacionales que protegen los derechos de las personas, especialmente aquellas en condiciones de vulnerabilidad como menores de edad, embarazadas y mujeres en posparto.