Debe de ocurrir en las rutas del transporte interurbano de todo el país, pero el episodio que relatamos a continuación ocurrió en una guagua camino de uno de los pueblos del Este, que a su paso por San Pedro de Macorís no se atrevió a coger ni a dejar pasajeros, y ante la observación de uno de ellos que los reconvino porque no tenían el valor de pisarle la manguera a los transportistas serie 25, pero se desplazaban en vía contraria en una calle sin ningún temor de los agentes de la Digesett, el picher le dijo que su sindicato los castiga tanto a él como al chofer con un mes fuera de servicio si los macorisanos los denuncian por haber violado esta regla de las mafias del transporte.
Por todas partes
La intimidación y las agresiones con garrotes contra vehículos y conductores que “piratean” en las rutas de las que se han apropiado los sindicatos son comunes, inclusive en las grandes ciudades y a la vista de todos, un hecho que deja una enseñanza: hay que tener reglas y aplicarlas si se quiere que algo funcione como se espera y como se debe. La Digesett debería de aprender.
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