Con frecuencia las instituciones del Estado se concentran en las grandes ejecutorias y olvidan la eficacia de la microgerencia, que suele atender pequeñas cosas que resuelven grandes problemas.
Por ejemplo ayer domingo había un gran tapó sobre el elevado de la avenida 27 de Febrero que, de este a oeste, iba desde la mitad del puente Juan Bosch hasta la parte del elevado que cruza sobre la calle “Doctor Delgado” y desde oeste a este iba desde la avenida Máximo Gómez hasta el mismo punto anterior en el citado elevado.
La razón era un charco de agua en los dos carriles del elevado en el punto de la “Doctor Delgado”, algo de fácil solución.
Doble parking
Igual ocurre con muchas calles en el Gran Santo Domingo en la que se permite que vehículos se estacionen de ambos lados de la acera. En calles de dos carriles, cada carro estacionado ocupa medio carril, lo que en la práctica reduce a un solo carril el flujo de los vehículos en doble dirección, lo que genera unos cuellos de botella que impiden la fluidez del tránsito.
Soluciones baratas
La fluidez del tránsito puede mejorar mucho con solo tomar algunas medidas que no implican grandes inversiones de recursos, pero sí requiere determinación por parte de las autoridades.
Por ejemplo, la costumbre de muchos conductores de utilizar carriles de seguir derecho para doblar a la izquierda, aunque haya un carril para esos fines. Ayudaría bastante la firmeza en hacer cumplir las normas y darle mantenimiento a vías.