SANTO DOMINGO.- “Ay mi hijo, yo quiero que me pensionen para poder vivir tranquilo”, repetía constantemente a uno de sus hijos el segundo teniente de la Policía Bernardo Alberto Paredes, quien se suicidó el pasado domingo, aparentemente deprimido por no ser ascendido de rango.

Familiares del oficial, quienes lo definieron como un hombre honesto y servicial, dijeron sentirse indignados por el trato ofrecido por la institución en la cual prestó servicio por 27 años, situación que -según explicaron- lo mantenía frustrado.

“Mi papá fue chofer de Jacinto Peynado, mi papá debió ser coronel en este tiempo. Duró 15 años como chofer de un general”, expresó entre llanto Luis Fernando Paredes, hijo mayor y quien vivía con el oficial, de 53 años, en una casa humilde.

Paredes dijo que su padre estaba haciendo trámites para la pensión, pero le vendían falsas esperanzas, prometiendo que le subirían de rango, para que estuviera tranquilo.

“Él estaba frustrado con eso, siete años esperando que lo ascendieran, con 50 y pico de años y solo era un teniente pelao, entregándole toda su vida a esa institución”, manifestó indignado el hijo mayor de Paredes.

En medio de su indignación, Luis Fernando Paredes llamó a los oficiales superiores a tratar con dignidad a los policías.

Los restos de Bernardo Alberto Paredes fueron sepultados ayer en el cementerio Cristo Salvador, del municipio San Luis, en Santo Domingo Este.

Rangos

— Ascensos
El pasado viernes, la Policía anunció el ascenso de 6,903 miembros de esa institución, de los cuales el 80.65 por ciento corresponde al personal operativo, el 19.35% al administrativo y un 8.74 oficiales superiores.