Mi hijo no suelta la pantalla, ¿qué hago?

Santo Domingo.– «Cuando ella tenía dos años le di el celular por primera vez, me parecía tan tierno cómo deslizaba su dedo hacia arriba en la pantalla. Hoy no suelta el dispositivo. Me temo que se ha convertido en una adicta a este aparato», así inicia el relato de «Sonia», madre de «Carla», de nueve años (nombres ficticios).
La madre, de 37 años, explicó que su hija empezó a bailar mientras veía dibujos animados, y eso le parecía «chulo».
Carla cantaba y fue aprendiendo a hablar, y mientras ella estaba con el aparato, Sonia podía realizar sus quehaceres domésticos sin que la niña la interrumpiera.
«Como ya usaba mucho mi celular, decidí que cuando cumpliera los tres años le compraría una tablet. Ahí inició mi calvario: hoy tiene nueve años y no suelta la pantalla».
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños menores de 2 años no utilicen pantallas, y de 2 a 4 años, hasta una hora (60 minutos) al día. Para crecer sanos, los niños menores de cinco años deben pasar menos tiempo sentados mirando pantallas o sujetos en carritos y asientos, dormir mejor y tener más tiempo para jugar activamente, según las directrices de la OMS.
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Sonia comenta que Carla pasaba horas con el aparato, y cuando se le apagaba, se frisaba o se lo quitaban, hacía rabietas.
Por ello, Sonia intentó reducir el tiempo de exposición, lo que incrementó las rabietas, y a menudo cedía y le devolvía el dispositivo.
Al iniciar la escolaridad, comenzaron los problemas. La niña mostraba poco interés, se distraía fácilmente y hablaba como los personajes de los dibujos animados. Cuando le hacían una pregunta, respondía algo relacionado con las caricaturas, por lo que la escuela llamó la atención de la madre.
La niña, que actualmente tiene nueve años, «no suelta el teléfono» y está siendo tratada por varios especialistas en la conducta por déficit de atención, ansiedad y problemas de aprendizaje.
A simple vista, parece tener 12 años y está en sobrepeso, ya que cuando le quitan el aparato, come en exceso.
«Hace unos meses le quité el celular y se cortó el pelo con unas tijeras de cortar papel. No sé cómo lo hizo», cuenta Sonia.
Mientras la madre relataba su historia a esta periodista en la sala de espera de un centro de salud de Santo Domingo, la niña miraba el celular sentada en el piso, mientras el aparato, que tenía poca carga, recibía energía eléctrica, lo que es sumamente peligroso.
Cuando le pregunté a la pequeña por qué usaba el teléfono en esa condición y no esperaba a que se cargara por completo, solo me dijo: «No tengo internet, estoy jugando con los juegos que mi mami descarga sin internet».
Los Padres han normalizado las pantallas
Consultamos a la psicóloga escolar Marinely García, quien calificó de alarmantes los casos de niños con problemas de salud mental por los efectos del uso de las pantallas y videojuegos, y desde las entidades estatales de salud no se les ha prestado la debida atención.
