Las últimas semanas han estado enfocadas al reconocimiento y diálogo interno; nada funciona en perfecto orden cuando internamente estamos desordenados.
Pero, ¿cómo puede uno reconocer si está o no en orden interno?
Es normal que la mente esté activa cuando se trata de la familia, trabajo y otros temas.
Sin embargo, y como hemos visto en otros artículos anteriores, si la alerta es permanente y te lleva por caminos que no terminan nunca ahí puedes reconocer un indicativo de que tu paz interior necesita trabajarse más.
Si las situaciones del trabajo te persiguen hasta la cama; antes de dormir sigues buscando soluciones a clientes, tu orden interno necesita ser revisado.
Cada vez que te descubras volviendo una y otra vez sobre un mismo tema que quizás ya fue tratado, es tiempo reflexionar si estás comod@ internamente o por el contrario estás presa de las mismas preocupaciones que podrían enfermarte o que quizás ya estás padeciendo alguna situación de salud como diabetes, artritis, depresión, alcoholismo o adicciones, entre otras muchas.
El diálogo interno es uno de los tantos recursos que pueden ayudarte a encontrar paz, armonía, orden interno. Una vez las enfermedades físicas llegan, la persona va a requerir la intervención de diferentes especialistas; la ayuda más valiosa es la interna, la propia.
La voluntad, el auto propósito son determinantes y empiezan con frases amables hacia el “yo” interior. Desarrollar la relación interna es exactamente igual a la que desarrollamos otros; en especial cuando estamos enamorados.
Empieza el día halagándote, bendiciéndote, acariciándote. Reconoce que nadie es más importante que tú mism@. Al igual que como haces con ese ser amado; envíate mensajes a ti mismo, consiéntete, toma tiempo para meditar, ora, u otra forma de despejar tu mente. Cargarte de energías para seguir con tu proyecto.