La competencia entre proveedores de gas natural, electricidad y telecomunicaciones en México debería contribuir a reducir los costos a los consumidores, los inversores podrían estar ignorando la presión inflacionaria de los aumentos que impuso el gobierno a la gasolina y que entrarían en vigencia en enero, dijo Deutsche Bank.
El país también podría estar preparado para incrementos del salario mínimo luego de que el alcalde de Ciudad de México propuso al Congreso un aumento nacional de 23 por ciento. Lo habitual es que se ajusten los salarios anualmente según la inflación.
“El mercado podría estar subestimando el impacto” de ambas medidas, dijo Alexis Milo, economista jefe de Deutsche Bank en México.