En estos días llegó a mi lectura un interesante libro que había comprado hace ya muchos años llamado “Historia de un sueño”, escrito por Michael Baud , un holandés profesor de Historia de la Universidad Erasmiana de Rotterdan.
La crónica, además de estar excelentemente escrita , versaba sobre un tema dominicano, que era la historia de los ferrocarriles construidos en el país entre 1880 y 1930 y el sueño que para aquella época representaba en los ciudadanos de esta nación
“Existía un excelente mercado internacional para los productos cibaeños y la generosa tierra, distribuida entre cientos de pequeños agricultores, podían distribuir con facilidad , el obstáculo al gran problema era que no existían medios para transportar esos productos hasta los puertos”.
Fracasados los esfuerzos por mejorar los enfangados caminos y continuar los inestables medios de transporte fluvial a través de los ríos Yuna y Yaque del Norte , se concentraron en diseñar y ejecutar una red de ferrocarriles entre los puertos y los centros de producción agrícola, Iniciándose con esto el progreso en la nación, lo que el libro del señor Baud llamaba “El sueño de una nación”.
El ferrocarril ha sido el más eficiente y eficaz medio de transporte del planeta en los últimos 150 años, su estructura se ha modernizado, la evolución de las fuentes energéticas han aumentado su velocidad y capacidad, pero conceptualmente ha sido el mismo esquema: transporte de carga y pasajeros en una maquinaria con vagones que se mueve sobre rieles en toda su trayectoria
La historia bien contada con sus bonanzas y fracasos, dificultades financieras incluidas, y cambio de cultura y costumbres de los pueblos por donde pasaba , nos recuerda las bonanzas del Metro de Santo Domingo, y muy especial su segunda línea que recién puso en operación el Gobierno
La decisión tomada por el presidente Danilo Medina de darle continuidad inmediata a una obra que no solo era construcción emblemática del Gobierno que el sustituía, el del presidente Leonel Fernández, sino también de los gobiernos de PLD, es sin dudas una decisión que traerá bonanzas en el tránsito y tráfico del Gran Santo Domingo, mayor conglomerado de personas de toda la República Dominicana
Traerá , dicha decisión, el descongestionamento de los puente Juan Bosch y Juan Pablo Duarte, así como de manera certera el puente Mella, que une los barrios de la parte norte de Santo Domingo Este con la parte norte del Distrito Nacional
Un ciudadano podrá montarse en la estación de la carretera Mella y atravesar la ciudad completa en un tiempo de 30 minutos, en lo que anteriormente se hacía en más de una hora y media y la utilización de más de dos transportes públicos a tres veces el costo, por la construcción de esta sola extensión, a las que habrá que sumárseles muchas en el futuro.
La bonanza de esta decisión integral, que unida a la del transporte aéreo a través del teleférico, iniciada totalmente en la gestión gubernamental de Danilo Medina, están dando resultados inmediatos.
Sin embargo, al igual que aquel sueño de nación que desde el año 1880 hasta 1930 retrató el holandés Michael Baus en su libro “Historia de un sueño” más de 100 años después de su inicio, encontrará en el devenir de la historia alguien quien recree este determinante acontecimiento, que habla muy bien de las continuidad gubernamental, pero por sobre todo de trabajar para el bienestar de su pueblo y nación.
*Por Johnny Jones
Es secretario general LMD
