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Uno de los mercados bursátiles más restringidos del mundo se está abriendo a los inversores extranjeros.
Hasta esta semana, los extranjeros estaban limitados a tener exposición a las acciones sauditas a través de títulos participativos y ETFs. Desde hoy, el gobierno permite el acceso extranjero directo as u mercado.
Pero hay una gran trampa: hará falta ser un inversor institucional con una gestión de activos de US$5,000 millones y por lo menos cinco años de experiencia.
En tanto, el valor de todas las compañías en China superó la marca de US$10 billones.