Una misión de 57 atletas dominicanos tiene cita con la historia deportiva participando en las olimpíadas de París, evento que desde ya atrae la atención del mundo.
En varias oportunidades hemos acuñado la expresión de que “el deporte nos une” para hacer referencia a cómo los dominicanos ponen de lado sus diferencias políticas, sociales o económicas para apoyar a algún atleta o equipo que en la duela deportiva representa la bandera tricolor.
Esa misma reflexión se aplica al mundo en su conjunto.
Los testimonios de camaradería e integración abundan en las competencias olímpicas, escenarios en los que coinciden atletas que representan naciones que protagonizan conflictos bélicos.
Por eso el papa Francisco ha llamado a los atletas “mensajeros de la paz” y hace una exhortación a que se pongan en pausa los conflictos bélicos en el mundo para darle cabida al sentimiento olímpico.
Trayendo al ámbito local, pongámosle atención a los atletas que nos representan en París; su clasificación a las olimpíadas, para detenernos en hecho que pudiera ser pasado por alto, es en mismo motivo de orgullo para el atleta y para el país.
Si adicional a este mérito alguno sube al pódium, pues la alegría sería mayor.
Buena suerte a nuestros atletas, embajadores de la dominicanidad.
