Menos del 20% de los estudiantes dominicanos consume frutas

Menos del 20% de los estudiantes dominicanos consume frutas y vegetales a diario

Menos del 20% de los estudiantes dominicanos consume frutas y vegetales a diario

El sobrepeso y la obesidad constituyen un desafío significativo que afecta incluso a la población infantil.

Santo Domingo.- La prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños en edad escolar es alarmante, alcanzando un 31%, según datos del Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (INABIE).

Esta situación se debe a que menos del 20% de los estudiantes en las escuelas dominicanas incluye frutas y verduras en su dieta diaria, mientras que más del 70% consume embutidos, dulces y refrescos en cantidades superiores a las recomendadas.

El alto consumo de jugos envasados, refrescos, papitas y chucherías, todos ellos alimentos con altos niveles de azúcares y conservantes, está llevando a los niños a desarrollar obesidad a temprana edad y a padecer enfermedades derivadas de esta condición, como la diabetes, hipertensión y trastornos del colesterol, explicó el pediatra gastroenterólogo Pedro José Rijo en una entrevista para El Día.

«Cada día vemos en nuestras consultas un aumento en el número de niños de cinco y seis años con niveles de colesterol alarmantemente altos debido a la dieta que llevan», advirtió el pediatra.

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El especialista enfatizó que para que los niños encuentren «amigable» la comida saludable, es fundamental introducirla desde el inicio de la alimentación complementaria, a los seis meses de edad.

El doctor Pedro José Rijo, pediatra gastroenterólogo.

«Si lo hacemos así, cuando el niño tiene un año ya estará acostumbrado y las chucherías no le llamarán la atención», añadió.

Por lo tanto, subrayó la importancia de inculcar el hábito de consumir frutas, vegetales, verduras, arroz, habichuelas, víveres, en fin, todo lo que forma parte de la dieta dominicana.

Lonchera saludable y divertida 

A medida que se acerca la fecha de regreso a clases, Rijo explicó que la preparación de una lonchera saludable no es imposible; quizás sea un poco más complicado por la preparación, pero los beneficios son mayores.

Una lonchera equilibrada debe incluir una variedad de alimentos, como frutas y verduras frescas, proteínas, granos enteros y lácteos bajos en grasa. Optar por opciones naturales y evitar alimentos procesados o con alto contenido de azúcar es clave para mantener la energía de los niños estable durante todo el día.

Elaborar una lonchera saludable no solo beneficia el rendimiento académico, sino que también contribuye al desarrollo de hábitos alimenticios positivos a largo plazo. Cuando los niños se acostumbran a comer alimentos frescos y nutritivos desde temprana edad, es más probable que mantengan esos hábitos en la vida adulta.

Además, involucrarse en la preparación de sus loncheras puede ser una excelente oportunidad para enseñarles sobre la importancia de una dieta equilibrada.

Niños sedentarios 

A la mala alimentación se suma la preocupante situación de sedentarismo creciente entre niños y adolescentes, quienes pasan demasiado tiempo frente a pantallas y realizan poca actividad física.

El sobrepeso y la obesidad constituyen un desafío significativo que afecta incluso a la población infantil, desde los primeros años de vida, es decir, entre 0 y 5 años.

Se estima que al menos 1 de cada 20 niños y niñas menores de 5 años padece obesidad, lo que aumenta la probabilidad de que persistan con sobrepeso a lo largo de su vida y los expone a riesgos de desarrollar enfermedades circulatorias, cardíacas, renales, diabetes, entre otras.

El doctor Rijo advirtió sobre las consecuencias para la salud de los niños obesos, que incluyen problemas en el desarrollo óseo, dolencias articulares, dificultades respiratorias, trastornos del sueño (como la apnea del sueño), fatiga, cansancio, decaimiento, ansiedad y cambios de humor.

Además, destacó el riesgo temprano de desarrollar diabetes tipo 2, hipertensión arterial, hipercolesterolemia y enfermedades cardiovasculares, así como el desarrollo de un hígado graso.

No refrescos en las escuelas peor Ley

El doctor Pedro José Rijo expresó su esperanza de que la recién aprobada Ley de Alimentación y Nutrición Escolar elimine de manera definitiva el consumo de comida chatarra en los centros educativos.

La ley tiene como objetivo principal prohibir la venta de refrescos y alimentos procesados en los planteles escolares de la República Dominicana.

La legislación establece que el órgano rector de la alimentación escolar es el Ministerio de Educación (Minerd), a través del Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie), encargado de administrar e implementar el Programa de Alimentación Escolar en los centros educativos públicos.

Además, el Programa de Alimentación Escolar (PAE) debe ofrecer productos de alto valor nutricional, en cantidad y calidad adecuadas, utilizando preferiblemente alimentos frescos y adaptados a los requerimientos nutricionales de los estudiantes.

Cifras alarmantes

La Región de las Américas presenta la prevalencia más alta de sobrepeso y obesidad entre todas las regiones de la Organización Mundial de la Salud, con un 62,5% de los adultos afectados (64,1% de los hombres y 60,9% de las mujeres).

Si se examina únicamente la obesidad, se estima que afecta al 28% de la población adulta (26% de los hombres y 31% de las mujeres).

Esta epidemia también afecta a los niños y adolescentes. En el grupo de 5 a 19 años, el 33,6% de los niños, niñas y adolescentes padecen sobrepeso u obesidad, y el 8% de los menores de cinco años están afectados, según las últimas estimaciones de UNICEF, la OMS y el Banco Mundial.

Menos azúcar en las escuelas 

El director del  INABIE Víctor Castro, dijo que la institución promoverá estilo de vida saludable en todo el país como parte de la responsabilidad social de la institución y alineada a las medidas de reducción de consumo de azúcares, grasas y otras que se han tomado en el seno de los centros educativos

Destacó que esta medida está alineada y es un complemento a las decisiones tomadas por el INABIE en los centros educativos, como la eliminación de los néctares (jugos) debido a su alto contenido de azúcar, con unos 23 gramos por porción de 200 mililitros.

Solo esta medida ha permitido la reducción de 18 millones de libras de este producto en dos años, que eran consumidas por casi 1,5 millones de niños, lo que los predisponía al desarrollo de enfermedades no transmisibles.