La temporada del 2024 inició con seis dirigentes latinoamericanos, o de ascendencia latina, en Grandes Ligas: Los puertorriqueños Josué “Joe” Espada (Astros), Davey Martínez (Nacionales) y Alex Cora (Medias Rojas); el cubano Pedro Grifol (Medias Blancas), el dominicano Oliver Mármol (Cardenales) y el venezolano Carlos Mendoza (Mets).
La lamentable campaña de los Medias Blancas resultó en el despido de Grifol a mediados del año. Pero del otro lado, el más exitoso de ellos, por supuesto, fue Mendoza en el 2024, con sus Metropolitanos disputando la Serie de Campeonato de la Liga Nacional contra los Dodgers ahora mismo. Mendoza, un piloto novato contratado por los Mets en noviembre del año pasado, está consciente de su lugar entre los capataces latinoamericanos.
“Es un honor y un privilegio, la verdad que sí, poder estar aquí vistiendo el uniforme de los Mets de Nueva York como dirigente”, dijo Mendoza. “No solamente representando a mi país, Venezuela, sino a toda una comunidad latina”.
Mendoza se preparó durante muchos años en el sistema de los Yankees, uno de los equipos con los que jugó a nivel de liga menor durante 13 temporadas. Tras su trayectoria como jugador activo entre las fincas de los Gigantes y los Yankees, los Bombarderos del Bronx le dieron la oportunidad de dirigir a nivel de liga menor. Más adelante, Mendoza sería ascendido al equipo grande de los Yankees como instructor y finalmente coach de la banca.
“Eso me ayudó mucho, cada paso en el camino. No sólo a nivel de Grandes Ligas, sino en las menores”, contó Mendoza sobre su trayectoria en los Yankees. “Desempeñé muchos papeles diferentes – coach extra, manager, instructor defensivo, coordinador, coordinador en el terreno.
“Pasé por muchas posiciones que creo que me ayudaron a llegar a esta posición. Obviamente, llegar a Grandes Ligas como coach y luego coach de la banca y hacerlo en un mercado de Nueva York, donde hay mucho ruido… obviamente, va a haber muchas expectativas. Tienes que poder navegar los tiempos difíciles”.
En un año que supuestamente iba a ser “de transición” para los Mets, el equipo de Queens sí empezó con “tiempos difíciles”. El inicio de 22-33 del club no fue muy alentador, pero la mano firme de Mendoza ayudó a que los Mets le dieran vuelta a su campaña para terminar con 89 victorias y una clasificación dramática en el partido número 161 de la temporada, contra los Bravos. Luego, un triunfo espectacular sobre los Cerveceros en la Serie del Comodín fue seguido por una victoria ante los poderosos Filis en la Serie Divisional.
“Creo que lo más grande fue tener la mentalidad de que fuera un día a la vez y ganar cada juego cada día… nuestro proceso, nuestra preparación”, comentó Mendoza sobre el giro que dieron los Mets desde mayo. “Yo sabía que contábamos con buenos peloteros, pero teníamos que ser mejores. Y tienes que darle crédito a esos jugadores, porque ellos salieron y lo hicieron”.
Con los Mets empatados 1-1 con los Dodgers en la Serie de Campeonato, han vuelto a casa para jugar apenas su tercer partido en el Citi Field – el Juego 3 de este miércoles – desde el 22 de septiembre.
“Es difícil describir todo lo que hemos pasado”, dijo Mendoza sobre la odisea de su tropa por Atlanta, Milwaukee, Filadelfia y Los Ángeles en las últimas tres semanas y algo. “Yo no diría solamente las tres semanas; yo creo que toda la temporada ha sido de altos y bajos. Pero orgulloso del grupo, de la organización, porque para llegar hasta este punto no ha sido fácil. Tres semanas donde cada juego era un juego de playoffs.
“Orgulloso de ellos y hay que darle crédito a toda la organización”.
Y claro, también con el orgullo de representar a América Latina y a Venezuela, siendo Mendoza apenas el cuarto dirigente de su país en las Mayores y el segundo a tiempo completo, después de Oswaldo Guillén, siendo Alfredo Pedrique y Miguel Cairo dirigentes interinos en sus momentos.
“De verdad, es un honor, es un privilegio y es un reto que asumo con mucha humildad y que sigo disfrutando”, dijo Mendoza al respecto. “Qué honor para mí ser latino y estar en esta posición”.