Ciudad del Vaticano.- La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, fue recibida hoy por el papa Francisco en una audiencia en el Vaticano, al que también acudieron su pareja, el periodista Andrea Giambruno, y la hija ambos, Ginevra, de 6 años.

El primer encuentro oficial entre Francisco y Meloni, la primera mujer en gobernar Italia, duró 35 minutos y después la mandataria, líder del partido ultraderechista Hermanos de Italia, se reunió con el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, y el de Relaciones con los Estados y organizaciones internacionales, Paul Richard Gallagher.

“Durante las cordiales conversaciones” con Parolin y Gallagher “se subrayaron las buenas relaciones, se mencionaron acuerdos bilaterales y algunas cuestiones relativas a la situación social italiana, con particular en referencia a la lucha contra la pobreza, la familia, el fenómeno educación demográfica y juvenil”, informó el Vaticano.

También abordaron “temas de carácter internacional, con especial referencia a Europa, a la guerra en Ucrania y las migraciones”, se añadió en un escueto comunicado en el que no se revelaron detalles de la conversación entre el papa y Meloni.

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En el intercambio de regalos, como es habitual en las recepciones pontificas con los jefes de Estado y de Gobierno, el papa obsequió a Meloni con una obra de bronce titulada “Amor social”, que representa a un niño ayudando a otro a levantarse, con la inscripción “Amare Aiutare».

También le entregó varios documentos papales, como el Mensaje para la Paz y sobre la fraternidad humana, además del volumen titulado “Una encíclica sobre la paz en Ucrania.

Meloni, por su parte, regaló al pontífice un ejemplar de “La Santa Misa explicada a los niños” de Maria Montessori y un volumen con “El Cántico de las Criaturas” y “Los Fioretti” de San Francisco de Asís, además de un ángel de su colección privada.

Aunque no se ha ofrecido información sobre el contenido de la conversación entre ambos líderes, se da por hecho que hablaron de la guerra de Ucrania, la inmigración y la baja natalidad en Italia, a la que se refirió este lunes el pontífice en su discurso de comienzo de año ante el cuerpo acreditado ante la Santa Sede.

“En algunos contextos, pienso por ejemplo en Italia, se está produciendo un peligroso descenso de la natalidad, un verdadero invierno demográfico, que pone en peligro el futuro mismo de la sociedad”, dijo antes tras enviar un mensaje “al querido pueblo italiano”, renovando su “aliento para que afronte los desafíos del tiempo presente con tenacidad y esperanza, fuerte en sus raíces religiosas y culturales».

Francisco también dijo que es “urgente” que Europa apruebe un Nuevo Pacto sobre Migración y Asilo para “implementar políticas adecuadas” que permitan la “integración” de los migrantes, una petición que reclama asimismo la primera ministra italiana, aunque sus visiones de la cuestión sean diferentes.

A pesar de que es el primer encuentro oficial, el papa y la primera ministra italiana ya se vieron y estrecharon sus manos el pasado jueves, durante el funeral del papa emérito Benedicto XVI, fallecido el 31 de diciembre a los 95 años.