
Santo Domingo, RD.– Para el ex ministro de Educación, Melanio Paredes, es imprescindible que se reformulen las Pruebas Nacionales debido al bajo rendimiento de los alumnos y porque ahora se habla de que no se evalúan contenidos, sino competencias, pero habría que ver antes de aplicarlas, sí los docentes están enseñando bajo ese enfoque.
Expresó que hay que alinear el currículo establecido con el que se aplique, la enseñanza e Ítems de las Pruebas, porque si no hay ese alineamiento, entonces se repite el mismo fracaso, alertó el ex funcionario.
“He dicho que las Pruebas Nacionales, tal cual se diseñan y aplican, no tienen razón de ser, lo he dicho y algunos ministros se escandalizan, pero lo cierto es que ni sirven para promover porque su peso no es determinante y hay una nota de presentación que tiene que ser examinada…se está evaluando lo que no se da en nuestras escuelas y tercero, eso tiene un costo alto para el Estado sin retorno que podamos aprovechar”, explicó Paredes.
“Mostrar competencia no es decir que Cristóbal Colón llegó a la Isabela el 4 de diciembre de 1492, sino saber las implicaciones de ese encuentro de esas dos civilizaciones”.
Deploró que la sociedad se haya acostumbrado a estar en el piso en materia de evaluación de aprendizaje de los estudiantes, y esto no conduzca a un sacudimiento que debía producirse en la colectividad y de los responsables de la gestión educativa en el país.
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Abordado en relación a los resultados arrojados de las pasadas Pruebas Nacionales por el Centro de Investigación en Educación y Desarrollo Humano (CIED-Humano) en el que solo el 22% alcanzó un nivel de desempeño satisfactorio, el académico dijo no sorprenderse de que el rendimientos haya sido igualmente bajo para el sector público como privado.
Reiteró ser partidario de las evaluaciones que permiten establecer mejoras y conocer la situación y el estatus de la educación en los diferentes niveles, grados y el desempeño de alumnos y también de los docentes.
“Sin embargo, las Pruebas se aplican en estos momentos solo con un fin, y es en el caso de los estudiantes de término del bachillerato de promoción o de completar una calificación con un peso de un 30 por ciento para promover o reprobar a los alumnos, pero las mismas deben de arrojar informaciones suficientes para que la situación de bajo rendimiento de los alumnos puedan ser abordada con seriedad y objetividad desde los centros educativos”, comentó Paredes.
Significó que a partir de esas pruebas censales, las informaciones que arrojen esas evaluaciones deben retornar al Ministerio vía las direcciones y Distritos Regionales y con planes de mejoras se supere años tras años la situación, que no se da.
“Mientras se promueve un 75 por ciento de los alumnos, apenas un 22 y un 15 por ciento en otros casos, tienen rendimientos aceptables, que son los que caben en la denominación tres y cuatro, que conforme al sistema de prueba son los indicadores de un rendimiento aceptable, el grueso está en los niveles uno y dos que es la reprobación”, afirmó.
Para mejorar esa situación, insistió que los instrumentos de evaluación deben retornar a las escuelas, ya que son indicativos para establecer planes de mejoras y poder hacer comparaciones, como hicieron en su gestión en serie por quinquenio y ver si han avanzado o retrocedido.
En el 2016 abandonó Fundación por bajo rendimiento
Recordó estuvo trabajando a su salida del Ministerio con la Fundación Pensar y Crecer en el ranking escolar o clasificación de centros educativos a partir de los resultados de Pruebas Nacionales, esfuerzo que abandonó en el 2016 justamente porque los resultados eran recurrentemente bajos.
Rememoró que en el último ranking del 2016 que entregaron toda la sociedad dominicana hicieron un examen de todas las pruebas, las regionales del Laboratorio Latinoamericano de la calidad educativa con sede en Chile, que es un órgano de la UNESCO, las pruebas PISA que se impartieron en el 2015 por primera vez y las pruebas diagnósticas que se han venido realizando a partir del año 2016 y en todas se advierte que no hay mejora, y lo peor es que la sociedad se ha acostumbrado a estar mal en materia educativa.