Mel Gibson: “Leo guiones y muy pocos son buenos”

Mel Gibson: “Leo guiones y muy pocos son buenos”

Mel Gibson: “Leo guiones y muy pocos son buenos”

Cannes.-Mel Gibson tiene muchas ganas de trabajar y no para. Acaba de presentar en Venecia “Hacksaw Ridge” como director y hace unos días estrenó en España “Blood Father” y sueña con iniciar un proyecto en Florencia que persigue desde hace años, mientras asegura: “Quiero más desafíos”.

Se muestra desbordante de energía en una entrevista en Cannes tras presentar “Blood Father”, un “thriller” dirigido por el francés Jean François Richet y en el que también participan Erin Moriarty, Diego Luna y William H. Macy.

Una película que es uno de esos grandes desafíos que el actor y director busca y que le atrapó desde que leyó el guión. Por “la estructura de la historia, por la escritura, por los personajes y, por supuesto, por el gran director que había detrás”.

“Y, claro, por divertirme”, dice con una gran sonrisa. Aunque reconoce que lo más importante es la historia.

“Una buena historia, una historia bien contada es el objetivo de todos, ya sea un director, un actor o el cámara: lo que cuenta es una historia convincente”, y eso es lo que busca tanto para sus papeles como actor como para sus proyectos como realizador.

La trama

En “Blood Father” interpreta a Link, un exconvicto con una hija, Lydia (Moriarty), de la que no sabe nada y que un día le llama para decirle que ha matado a su novio, un criminal, y que los amigos de este la buscan para matarla.

Link se dedica a hacer tatuajes y vive en una caravana en el desierto, cerca de otras personas en situaciones similares con los que ha formado una especie de grupo de apoyo y que le ayudan cuando le toca defender a su hija de la violenta persecución de los criminales.

Una historia violenta, muy americana en su contenido, pero desde un punto de vista europeo, el del director, como resalta Gibson, para quien ese fue otro de los puntos interesantes del proyecto.

“Hay elementos que no puedes evitar y que son americanos, pero están contados por una sensibilidad diferente, europea”, señala el actor, que considera que los europeos “tienen mejor ojo para las peculiaridades”.

Algo que compara con su propia experiencia vital, ya que nació en Estados Unidos pero se trasladó con su familia a Australia cuando tenía 12 años.

El recorrido

“No entendí mi americanismo hasta que estuve en Australia y pude mirarlo desde fuera; es una perspectiva diferente”.

Y luego regresó a Estados Unidos, en un recorrido interesante que le ha permitido tener una mayor y más objetiva capacidad de observación del comportamiento humano.

Porque puedes analizar las dos culturas a las que perteneces, porque en realidad “no eres ni de una ni de la otra”. Sin embargo, para el director de “Blood Father”, lo esencial es amar los personajes y amar el país. “Yo amo América y también amo Francia.

La diferencia en realidad son los actores, la relación que podemos tener con ellos, no es una cuestión de país.

Lo adecuado

Se trata solo de encontrar la historia adecuada”, asegura Richet. Y él la encontró en esta relación entre el padre y la hija, un tema, reconoce, “mil veces abordado en la historia del cine”, pero que en esta ocasión le sedujo por lo bien escrito que estaba el guión de Peter Craig.

“Leo muchos guiones, y hay muy pocos que son buenos. Cuando encuentras uno muy bueno, te dices, ‘Es este’, y no te planteas muchas cosas”, afirma el realizador, que regresa al “thriller” que tanto éxito le dio con las dos partes de Mesrine.



TEMAS