Mejores maestros, mejor tecnología, mejor educación

Mejores maestros, mejor tecnología, mejor educación

Mejores maestros, mejor tecnología, mejor educación

José Armando Tavárez

Hace unos años Acción Empresarial por la Educación (EDUCA) ejecutó una campaña nacional denominada “Mejores Maestros, Mejores Ciudadanos, Mejor País”, que buscaba contribuir, mediante cuatro propuestas, a la mejora de la calidad de la educación en la República Dominicana.

La campaña de EDUCA fue una de tantas voces que se alzaron para garantizar que los fondos públicos fueran bien invertidos y que de esa manera pudieran generar un impacto positivo en la educación presente y futura de los niños, niñas y adolescentes de nuestro país.

En las últimas semanas diversas organizaciones se han pronunciado con respecto a la intención de revisar la normativa 09-15 que regula y mejora la calidad con la que se forman los futuros maestros y maestras.

En su momento tuve el privilegio de ser parte de las reflexiones, discusiones y debates en donde se determinó que muchas de las medidas contenidas en dicha norma serían de gran beneficio para la formación de docentes.

La realidad es que establecer un sistema de atracción, formación y egreso de maestros de calidad implica elevar los estándares con que se forman.

Es fundamental valorizar la profesión docente mediante la mejora de sus planes de compensación, fomentando procesos competitivos de selección y contratación, así como establecer un proceso de evaluación continua de la enseñanza impartida por los docentes.

Debemos reconocer que siempre hay oportunidades de mejora. Por ejemplo, uno de los elementos que podemos ampliar en la normativa son los aspectos relacionados con la formación en línea, a distancia y a través de herramientas tecnológicas. En la era digital, el maestro del futuro debe dominar a la perfección las nuevas competencias digitales aplicadas a la educación.

Sin embargo, estamos convencidos de que la intención de la normativa es mejorar la calidad de la educación que reciben nuestros hijos. Para ello debemos nivelar hacia arriba los indicadores de desempeño.

Nunca se puede reducir o flexibilizar exigencias que garantizan la excelencia de un proceso. Podemos revisar y superar obstáculos, pero sobre la base de construir sobre lo alcanzado de manera exitosa. Caminemos hacia adelante. Cambiemos para mejorar.



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