Los gobiernos de Haití y la República Dominicana pueden ensayar convenios y acciones de apoyo mutuo en diversas áreas.
El medio ambiente, en ese orden, resulta prioritario para muchos sectores de ambos países.
En torno al viaje que hará mañana el presidente Medina ya hay positivas reacciones. Saldrá del país acompañado del Ministro de Medio Ambiente.
En una conversación previa con su homólogo de Haití había tratado el tema. Michel Martelly gobierna y piensa en el futuro inmediato. Quiere llevar proyectos de reforestación a zonas devastadas de su país.
La experiencia dominicana, en ese orden, sería de gran ayuda.
El verde dominicano puede prender, perfectamente, en la hermana república. A ambos lados de la frontera sería gratificante ver que hay vida vegetal, buena y abundante.
El plan puede funcionar. A los dominicanos nos ha funcionado, sobre todo porque se dedica, periódicamente, un importante presupuesto a la labor de reforestación. Además, se cuidan los árboles con mucho celo.
En Haití habrá que sembrar, pero tendrán que cultivar otra cultura, la de cuidar y garantizar el cuidado de lo que se siembre hasta ver sus frutos.
