SANTO DOMINGO.- El anuncio del Gobierno de que a partir del 31 de enero de 2022 se empezará a requerir la tarjeta de la tercera dosis de vacuna contra el Covid-19 y que se incluye en el programa de vacunación una cuarta dosis opcional para personas vulnerables ha sido recibido con cautela por parte de la comunidad médica y con ira por un pequeño grupo de antivacunas que han encontrado en las redes sociales una vía de desahogo.
El presidente del Colegio Médico Dominicano, Waldo Ariel Suero, se mostró favorable a que se abra la posibilidad de una cuarta dosis como refuerzo ante la presencia en el país de la variante ómicron del Covid-19, pero siempre que sea opcional.
La tercera dosis ya se acepta como recomendable en casi todo el mundo, pero sin que tenga carácter de obligatorio y solo dirigida a grupos poblacionales vulnerables, como aquellos de más de 60 años o que tengan algún tipo de comorbilidad.
El especialista Ynti Eusebio Alburquerque recibió con escépticismo el anuncio de la cuarta dosis de refuerzo. «No hay estudios irrefutables para recomendar una cuarta dosis», manifestó el galeno.
El Ministerio de Salud Pública emitió una resolución en la que establece una cuarta dosis de vacuna de refuerzo contra el Covid-19 para personas con enfermedades autoinmunes, patologías renales, cáncer, VIH, diabetes, hipertensión, obesidad, asma y con afecciones cardiovasculares. También para el personal médico, fuerzas armadas, docentes, periodistas, camarógrafos y cualquier persona que lo requiera por alguna condición especial.
Sin mayores restricciones
El Gobierno ha decidido mantener la apertura de espacios públicos y los permisos para grandes eventos, pese a la presencia en el país de la variante ómicron del Covid-19, la cual se ha demostrado es mucho más contagiosa que las anteriores, pero también que es menos letal.
El galeno Ynti Eusebio Alburquerque señala que en la medida en que el virus ha ido mutando ha estado perdiendo letalidad para ganar transmisibilidad, por lo que a su entender estamos frente al inicio del final de la pandemia.
«Estamos llegando al final del túnel. La medicina ha ido ganando la batalla y el cuerpo humano se está haciendo más resistente a ese virus, que en las mutaciones ha ido perdiendo letalidad para ganar tansmisibilidad», afirma el especialista.
Las autoridades decidieron mantener bajo observación el comportamiento de las estadísticas de contagios y de hospitalización antes de tomar cualquier decisión sobre las medidas sanitarias.
La resolución de Salud Pública no contempló nuevas medidas restrictivas, limitándose a recomendar el uso de mascarillas en lugares cerrados, vacunarse, mantener el distanciamiento y la higiene.
En cuanto a los lugares de grandes concentraciones de personas, en cada caso debe requerirse un permiso especial de Salud Pública, un máximo de ocupación del 25 por ciento del aforo y exigir la tarjeta de vacunación a los asistentes.
Batalla de la fe
Para el primero de enero se estará celebrando la tradicional concentración religiosa denominada «Batalla de la fe», evento que congrega a decenas de miles de evangélicos, grupo de donde han surgido la mayor cantidad de personas renuentes a vacunarse.
Sin embargo, los organizadores del evento anunciaron que para la celebración del mismo se regirán por los protocolos sanitarios que incluyen la presentación de tarjeta de vacunación, tomar de temperaturas y con un aforo máximo del 75 por ciento de la capacidad del Estadio Olímpico «Félix Sánchez».
Los antivacunas
Este pequeño grupo con tinte fundamentalista ha encontrado en las redes sociales un campo de batalla para atacar a todos aquel que recomienda medidas preventivas o promueve la vacuna como forma de combatir el Covid-19.
Para esos fines han adoptado la utilización de bots, fakesnews y mensajes unificados para sus ataques.