República Dominicana, como parte de los países del concierto de naciones que tienen un sistema democrático, está entre las naciones con mayores niveles de muertes por accidentes de tránsito, otras veces figura entre los países que más depredan los ríos; y recientemente caemos en la lista de países con mayores casos en la justicia enfocados en la corrupción y estafa al Estado.
En las últimas dos décadas se ha hecho recurrente medir ciertas áreas de incidencia social, política o económica de los países del mundo. Hay factores que se toman en cuenta; y muchas veces se usan datos oficiales de acuerdo a las iniciativas, inactividad o desinterés de los gobiernos.
Hay referencias que son clásicas para dichas mediciones. Los informes se enfocan en el nivel de transparencia, la seguridad ciudadana, las políticas para el combate del narcotráfico y la corrupción, así como el cuidado y respeto por el medio ambiente.
En todos los órdenes en que figura el país habrá defensas y justificaciones. Cuando las informaciones no son favorables las autoridades nacionales pueden alegar que se estén usando para estas informaciones datos ya caducos. De todas formas, caducos o no, corresponden a una medición del país, sea actual o del pasado reciente. Todo indica que debemos seguir insistiendo en hacer mejores inversiones en las áreas afectadas. No vivimos solo de la buena promoción que se haga del turismo.
Hay que tomar en cuenta inversiones en las áreas colaterales, mejorar todo lo que nos afecte de manera internacional, con el propósito de que dichas mejoras —sobre todo en energía permanente y seguridad ciudadana— incidan en la buena imagen de República Dominicana como destino turístico.
