Mediación en lenguaje de señas para personas sordas

Mediación en lenguaje de señas para personas sordas

Mediación en lenguaje de señas para personas sordas

Alexis Rafael Peña.

En estos días observé en una entrevista a un profesional de lengua de señas e indicaba la importancia de este recurso de comunicación para las personas sordas. En ese aspecto, es un desafío para las personas mediadoras, en este tiempo de avance tecnológico y de pandemia, en donde personas sordas no cuentan con herramientas comunicacionales adecuadas para resolver sus conflictos.

Aunque soy de opinión, que esta profesión de mediador debería manejar los idiomas y las temáticas adecuadas a los contextos de las partes en conflictos y disputas.

Siempre que esa persona sorda requiere asistir en los ámbitos de los Centros de Mediación, tribunales y conciliación y hasta de arbitraje; estos requieren la asistencia de un perito que le pueda acompañar para conocer de manera adecuada cómo resolver sus disputas o más bien, interactúe con las partes.

Según tengo entendido, el lenguaje de señas se puede aprender en periodos cortos. El básico en tres meses y luego, para profundizar, otros niveles. Capacitación que podría tomar la persona mediadora para comprender y entender mejor a las partes con esa condición de discapacidad.

Aun con esa destreza de la persona mediadora, la persona sorda si aun así entiende que debe ser acompañada por un perito de su confianza, manos a la obra.

Como todos los lectores de Conflictos y Mediaciones conocen, la herramienta básica para solucionar conflictos es la comunicación. En donde el lenguaje verbal y no verbal son las que comunican las ideas. Propuestas y soluciones.

En este caso, como la persona sorda mudo, requiere la asistencia  de un perito que le acompañe para que comprenda el contexto en que se encuentra esa persona y el interés que tiene de solucionar sus conflictos por la mediación.

Es normal que toda persona cuente con conflictos, por lo que una persona sorda suele de manera normal pasar por esas situaciones. Primero dentro de sus propias familias, sus vecinos o hasta de compañeros de trabajo o estudio.

El perito en una mediación de persona sorda es clave para realizar un proceso que de manera imparcial, neutral y colaborativo permite que estos se comuniquen adecuadamente para mantener una convivencia pacífica y a la vez, buscar salidas armoniosas a las diversas situaciones presentadas en la mediación.

Todo Centro de Mediación, comunitario o judicial propicia a todas las personas espacios democráticos y participativos en donde las decisiones son tomadas por ellas, aun sea un no acuerdo es una decisión de ellos nada más.

Ahora bien, la persona sorda tiene que sentirse cómoda en el encuentro de mediación. Creer en el proceso y que quien les asiste (perito en señales de señas y el mediador) sean personas que cumplen con las características básicas de los Métodos Alternos de Resolución de Conflictos: confidencialidad, imparcialidad, voluntariedad, gratuidad, entre otras.

Interesante sería que la persona mediadora maneje el lenguaje de señas, los idiomas y la comunicación. En donde su participación tendría mayor satisfacción tanto para las partes involucradas como para él o ella.

Pienso que esos son nuevos desafíos que tienen la mediación y los y las futuras generaciones de mediadores. Estar capacitados en mediación y a la vez, contar con especialidad o manejo de técnicas comunicacionales en otras dimensiones de los idiomas de las personas en conflictos.

Entiendo que debería las 50 universidades del país, impartir diplomados en lenguaje de señas, para que todo profesional egresado de las mismas pueda realizar su trabajo con las personas sordas y de otras discapacidades.

Entiendo que abrir espacios educativos como estos es ofrecerles a estas personas acceso a justicia con equidad y transparencia. Desde Conflictos y Mediaciones hacemos este llamado y esperamos ser oídos.



Alexis Rafael Peña Céspedes

Periodista, abogado y mediador certificado.